Estudios de Lingüística Aplicada

Daniel Recasens. Coarticulation and sound change in Romance. Ámsterdam / Filadelfia: John Benjamins, 2014. 207 págs.

Por Laura Cristina Villalobos Pedroza

Universidad Nacional Autónoma de México, Posgrado en Lingüística

Uno de los desafíos continuos que supone la investigación de los sonidos del lenguaje es revelar los vínculos que existen entre la sustancia fónica y la organización sistémica de esta en el inventario fonológico de una lengua. Los instrumentos a disposición de la fonética han conocido un rápido progreso y expansión, por lo que actualmente es posible verificar y tener un mayor control sobre la materia física del sonido.

Esta disciplina no solo se interesa en los fenómenos sincrónicos de la lengua, sino que también ha buscado, desde el plano fonético, dar cuenta de los procesos históricos del cambio lingüístico. Es así que en las últimas décadas se ha incrementado el interés por el estudio de las causas del cambio fónico, a partir de la experimentación fonética en combinación con datos descriptivos. El estudio del detalle fonético resulta crucial para comprender los mecanismos, de producción y percepción, que se involucran en el cambio de un sonido. Por ello, el libro de Recasens resulta de especial interés para el terreno de la fonética y el de la fonología, pues aborda no solo los procesos de cambio específicos a una lengua, sino que también analiza una serie de consistencias y discrepancias en el cambio fónico a través de las lenguas de la familia romance. Sin duda, este hecho contribuye a la formulación de predicciones con proyección tipológica, que rebasa los límites de un grupo determinado de lenguas.

En la transmisión del lenguaje oral siempre están presentes las fuerzas articulatorias y perceptuales que propician las condiciones necesarias para el advenimiento de un cambio sonoro. El trasfondo de esta obra se sustenta en la idea de que muchos de los procesos que generan cambio –que no están relacionados con acontecimientos culturales, idiosincrásicos o históricos, como la hipercorrección– son explicables a partir del comportamiento natural de la coarticulación de los sonidos, de una manera bastante consistente en las lenguas del mundo.

El libro de Daniel Recasens examina la motivación fonética de cambios fónicos a partir de datos de lenguas romances, principalmente. Dichos datos provienen de un considerable número de fuentes que estudian el cambio de la sustancia fónica de los segmentos en las lenguas romances, así como de una base de datos del catalán sobre asimilaciones y disimilaciones. La mayoría de las fuentes incluye transcripciones fonéticas detalladas de variantes léxicas reportadas en distintas áreas dialectales. A lo largo de la obra, el autor aborda con gran detalle fenómenos de cambio que tienen que ver con el tipo de segmentos (consonánticos o vocálicos), con el tipo de procesos (asimilatorios o disimilatorios) y con la dirección de los mismos (regresiva o progresiva).

Uno de los aportes centrales de este libro es su contribución a la construcción teórica acerca de si existen patrones coarticulatorios universales o si son más bien específicos a cada lengua.

La argumentación de este trabajo se enmarca en el modelo dac, que se refiere al grado de restricción articulatoria (degree of articulatory constraint). Este modelo busca dar cuenta de la coarticulación de los sonidos, es decir, del grado de influencia que ejercen y reciben los segmentos por su naturaleza acústica y articulatoria, lo que permite hacer predicciones sobre las inserciones, elisiones o reemplazos segmentales involucrados en todas o en la mayoría de combinaciones posibles en una lengua. Un aspecto muy importante para este modelo es la dirección coarticulatoria, pone especial atención en los patrones de direccionalidad; esto es, si los procesos son anticipatorios (regresivos) o retardatorios (progresivos). Se cree que se puede dar cuenta de por qué algunos segmentos favorecen una u otra dirección, a partir de, entre otras cosas, los gestos linguales involucrados en su producción.

En este modelo se postula que la dimensión, la extensión temporal y la dirección de coarticulación lingual están condicionadas por la exigencia de los requisitos necesarios en la postura de la lengua para la producción de las vocales y consonantes. A cada vocal y a cada consonante se les asigna un valor específico del grado de dac. De esta forma, la articulación de una vocal anterior estará más constreñida que la de una baja, pues la primera involucra el desplazamiento de la lengua hacia arriba y hacia adelante. Lo mismo ocurre con las consonantes, por ejemplo, una vibrante múltiple [r] requerirá más precisión articulatoria que una labial, y por lo tanto tendrá un valor más alto de dac. Entre mayor sea el valor de dac de un segmento, mayores serán su resistencia al cambio y su predominio articulatorio sobre otros segmentos.

El libro está dividido en seis apartados. En el primero, el autor proporciona una introducción a las teorías de coarticulación y dedica una sección informativa a las lenguas romances y sus características principales. El soporte del libro se sitúa del capítulo segundo al cuarto, donde Recasens hace un análisis de una granularidad muy fina sobre los principales procesos de cambio fónico que existen en las lenguas, tomando en cuenta su naturaleza acústica (vocal o consonante) y la direccionalidad que adoptan. En el capítulo quinto, el autor ofrece a modo de síntesis una discusión general sobre los mecanismos del cambio fónico, la influencia de las propiedades prosódicas y la posibilidad de predicción de patrones de cambio en otras familias lingüísticas. En el último apartado, Daniel Recasens hace una reflexión final y pone en perspectiva los alcances de la obra.

En el primer apartado, Daniel Recasens presenta el escenario del estudio del cambio de los sonidos lingüísticos a partir de las teorías de coarticulación y del modelo que él mismo propone (dac), basado, como ya se mencionó, en la medida en que la naturaleza intrínseca de la articulación de los sonidos afecta su posibilidad de sufrir cambios o de provocarlos. Además, en este capítulo el autor aborda conceptos generales sobre los procesos de cambio fónico, como la asimilación y la disimilación. Asimismo, brinda un excelente panorama de las lenguas y dialectos pertenecientes a la familia romance y de la evolución de los sonidos lingüísticos del latín hacia las distintas ramas de dicha familia.

En el segundo capítulo comienza a verse más de cerca el nivel de detalle con que trabaja el autor. En este el fonetista da cuenta de los procesos causados por una consonante sobre un segmento vocálico. Comienza dando una serie de características articulatorias y coarticulatorias de los sonidos consonánticos, según su punto de articulación. Luego encontramos una serie de consideraciones sobre los mecanismos de inserción y elisión, así como un análisis de cómo operan dichos mecanismos a partir de datos de lenguas romances.

En el tercer capítulo, aborda el tema de los procesos dependientes de segmentos vocálicos. El objetivo de esta sección es observar el efecto que tienen los segmentos vocálicos sobre las inserciones y elisiones consonánticas, así como de los procesos de asimilación y disimilación. Para esto, hace una revisión de las características articulatorias, acústicas y coarticulatorias de las vocales, y analiza el papel que estas características tienen en la implementación de los cambios sonoros que han ocurrido en las lenguas romances.

En el cuarto capítulo hace una aproximación a la acción que tienen las consonantes en varios cambios fónicos, en particular las que afectan a otras consonantes dentro de grupos consonánticos. El investigador revisa estos procesos a partir de dos grandes posibilidades: 1) compatibilidad gestual, es decir, requisitos aerodinámicos favorables y similitud gestual entre el segmento que produce el cambio y el que lo sufre, y 2) incompatibilidad gestual, es decir, dificultad en la transición articulatoria involucrada al pasar de un segmento fonético al otro.

En el quinto capítulo presenta una discusión general sobre los resultados mostrados en los capítulos precedentes y provee información sobre cómo la interacción entre los segmentos fonéticos vecinos puede dar lugar a procesos de cambio fónico. De esta manera, elabora una recapitulación de los mecanismos de cambio, así como de la dirección de los procesos asimilatorios y disimilatorios.

En este apartado hace hincapié en la existencia de muchos procesos que no pueden atribuirse simplemente a restricciones sobre la configuración gestual de los segmentos, sino que parecen estar motivados por estrategias más generales relacionadas con la cognición humana e incluso parecen tener su origen en la planeación anticipada de la cadena de habla. Según los datos que expone Recasens, este parece ser el caso de muchos procesos que favorecen la dirección regresiva independientemente de las características articulatorias de los segmentos. En cambio, los procesos que operan en el nivel progresivo obedecen a una aplicación más restrictiva, que soporta la noción de que los efectos retardatorios están fuertemente condicionados por restricciones biomecánicas y por la linealidad del habla.

Además, en otro nivel de análisis, da evidencia de que los segmentos en posiciones prosódicas débiles tienden a sufrir procesos extremos de cambio fónico, mientras que los que ocupan posiciones prosódicas privilegiadas suelen resistir el cambio e incluso desencadenarlo.

Para Recasens, la relevancia del modelo dac para predecir aspectos de cambio fónico, relacionados con coarticulación, es que pueden ser generalizados para otras familias lingüísticas, además de la romance. Esto se debe a que, dado que los requisitos articulatorios para las vocales y consonantes deberían ser comunes a todas las lenguas, se espera que los cambios fónicos relacionados compartan las mismas características, sin importar dónde ocurran.

Finalmente, en el capítulo sexto reflexiona sobre la importancia y el impacto que puede tener la investigación fonética en el campo de la lingüística. Recasens afirma que las formulaciones tradicionales de cambio fónico asumen, a menudo, que la mayoría de los procesos (inserciones, elisiones, reemplazos) proceden de manera categórica y se caracterizan en términos de propiedades articulatorias o rasgos fonológicos, determinados mediante transcripción fonética e introspección articulatoria. Sin embargo, la investigación actual sobre cómo se produce y percibe el lenguaje revela que incluso aquellos procesos, que la teoría fonológica supone que aplican categóricamente, pueden aplicar categórica o gradualmente, e incluso dejar de aplicar, dependiendo de factores prosódicos y de la velocidad del habla; y entonces pueden presentar variación de un hablante a otro, de un dialecto a otro y de una a otra lengua.

Así pues, este libro muestra que el detalle fonético es crucial para explicar cómo y por qué se originan los cambios fónicos. El objetivo primordial del estudio no es proporcionar nueva evidencia experimental sobre el cambio fónico, sino relacionar una gran variedad de cambios fónicos, tomados de las lenguas romances, con su posible origen fonético, apoyándose en los resultados de laboratorio en experimentos de producción y percepción de habla. Además, esta obra explora cuestiones relacionadas con las pistas acústicas en los cambios fónicos y busca vincularlas con la tipología y dirección del cambio en los sonidos a partir de la información sobre las características articulatorias y aerodinámicas de las vocales y consonantes.

Desde mi punto de vista, el libro Coarticulation and sound change in Romance es una obra que localiza el enlace entre la realidad física del sonido y la realidad de la organización fonémica en una lengua. A partir de una propuesta rigurosa y detallada, Recasens logra perfilar la importancia de las condiciones articulatorias y perceptuales, es decir, del papel que tiene la sustancia fónica real, que es de donde cuelgan los hilos del lenguaje, que se transmite de hablante a hablante, para el cambio gradual de los sistemas lingüísticos. Asimismo, me parece que realiza un aporte teórico interesante en cuanto a las predicciones tipológicas que pueden hacerse a partir del método que propone. Expresado de una forma muy elemental, un proceso de asimilación o disimilación se asocia a una noción de sistema, pertenece a la competencia lingüística y por lo tanto se rige por reglas fonológicas. A diferencia de un acercamiento tal al fenómeno de cambio fónico, la noción de coarticulación se apega a las propiedades físicas intrínsecas involucradas en la producción del habla, pertenece a la actuación y, por lo tanto, es presumible que se rige por reglas universales, o por lo menos no dependientes de un sistema particular. En esta obra confluyen ambas perspectivas en un trabajo encaminado al desentrañamiento de los factores implicados en este fenómeno y las relaciones que entre ellos se establecen.

 

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