Cecilia Rojas Nieto & Elsa Viviana Oropeza Gracia (Eds.). Diferencias individuales en la adquisición del lenguaje: factores lingüísticos, cognitivos, socioambientales. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2018. 423 págs.
Laura Cristina Villalobos Pedroza
Universidad Nacional Autónoma de México,Instituto de Investigaciones Filológicas
Este volumen, publicado bajo el cuidado editorial de Cecilia Rojas y Viviana Oropeza, reúne las voces de 26 especialistas en el estudio del desarrollo lingüístico que, en forma individual o en coautoría, presentan doce trabajos que abordan el desarrollo del lenguaje desde ángulos diversos, con temas que van desde el afianzamiento alofónico, pasando por el desarrollo léxico y gramatical, hasta el desarrollo pragmático, metalingüístico y de habilidades de lengua escrita. Los datos analizados muestran también una vasta diversidad, algunos provienen de desarrollo típico, otros de atípico; de sistemas monolingües o bilingües; en edades tempranas o tardías; en español de diversas latitudes o en zapoteco, y de entornos sociales tanto desfavorecidos como no desfavorecidos. Es así que los capítulos se integran en torno a la individualidad en dos sentidos, por un lado, examinan la variación individual de los sistemas lingüísticos, estrategias y mecanismos cognitivos y, por el otro, manifiestan su propia individualidad en los diferentes enfoques, metodologías e intereses temáticos. Juntos llevan al lector por aristas heterogéneas dentro de los ámbitos de la adquisición y el desarrollo del lenguaje.
En conjunto, el volumen invita a reflexionar sobre la importancia de atender la variación individual no como una masa desordenada, sino como un tejido de factores múltiples cuya confluencia permite una comprensión más cabal de los elementos involucrados en la adquisición, desarrollo y procesamiento del lenguaje. Por otra parte, los filamentos que unen a los colaboradores de este volumen son dos: el interés por las diferencias en el desarrollo ontogenético del lenguaje y su vinculación, como miembros o como invitados especiales, al Grupo de Investigación en Adquisición del Lenguaje, establecido en México.
El volumen está organizado en trece capítulos. El primero está a cargo de las editoras, investigadoras reconocidas en el área, cuyos trabajos coinciden en la perspectiva teórica de la adquisición basada en el uso (Tomasello, 2003). En el marco de esta teoría —que sostiene que los procesos de adquisición van guiados por mecanismos generales de aprendizaje en consonancia directa con la experiencia infantil—, la variación individual es el fenómeno esperado y no el excepcional. Se ofrece entonces un panorama sobre los antecedentes teóricos que han conducido al surgimiento de los trabajos vinculados a las diferencias individuales. Rojas Nieto y Oropeza nos presentan una reflexión aguda y minuciosa sobre el cambio de perspectiva que implica la observación de la variación, un giro indudablemente necesario para el avance del conocimiento sobre los procesos de desarrollo lingüístico. Asimismo, las editoras identifican cuatro ángulos en los que se insertan los doce capítulos restantes, dedicados al análisis de las diferencias individuales. En el primero de ellos se aborda el desarrollo temprano del lenguaje y se enfocan las diferencias en aspectos fonéticos, fonológicos, morfológicos y pragmáticos (García del Real Marco, Barberán Recalde & Ezeizabarrena; Pérez Pereira & Jackson-Maldonado; Rojas Nieto; Stemberger & Chávez-Peón). El segundo observa diferencias en la adquisición bilingüe y los efectos léxicos y sintácticos de la exposición a dos lenguas (Ezeizabarrena, García, Almgren & Barreña; Martínez-Nieto & Restrepo; Shiro, Hoff & Shanks; Silva-Corvalán). El tercero se enfoca al desarrollo del lenguaje en etapas escolares (Hess Zimmermann; Díaz Argüero), y el último atiende el desarrollo de poblaciones contrastantes: niños con trastorno específico del lenguaje, niños en condiciones socioambientales desfavorables y niños sordos con implante coclear (Auza B., Márquez-Caraveo & Chiharu Murata; Moreno-Torres Sánchez, Blanco Montañez & Madrid Cánovas).
En el capítulo que da inicio a la primera sección, “Afinidades y diferencias individuales en el desarrollo temprano de la flexión verbal”, Cecilia Rojas Nieto aborda con una mirada granular los datos de desarrollo lingüístico temprano de cuatro niños. Sus hallazgos sugieren dos perfiles de desarrollo léxico diferenciados, uno ágil y otro más pausado, que dejan ver el acceso individual a la morfología del español. En el primero, hay un inicio temprano en la morfología, sustentado por contrastes flexivos sustantivos en los ítems verbales regulares, con producciones innovadoras. En el segundo, hay una amplia diversidad flexiva en verbos supletivos y una diversidad reducida en verbos regulares. La autora sostiene que estas diferencias pueden asociarse con estrategias de aprendizaje generales: detección de patrones y levantamiento de esquemas, o soporte en la memoria léxica. En este trabajo, las diferencias individuales apuntan a contrastes en las habilidades y estrategias de detección de patrones.
En el capítulo “Diferencias individuales en el desarrollo del vocabulario temprano y uso de términos mentales en narraciones”, Miguel Pérez Pereira y Donna Jackson-Maldonado ofrecen un estudio exploratorio de las diferencias individuales en el desarrollo léxico de 20 niños gallegos a los 24 y 48 meses. Exploran el repertorio de vocabulario y frecuencia de uso de términos mentales (tm), que se han relacionado con la capacidad de comprender los procesos mentales de los otros (teoría de la mente) y con la diversidad léxica y el conocimiento gramatical. Los autores no encuentran una relación patente entre el nivel de desempeño en tareas de teoría de la mente y el empleo de tm. No obstante, existe una relación indirecta, pues el desarrollo léxico a los 24 meses influye sobre el dominio de la sintaxis de complementación y esta a su vez sobre el desarrollo de la teoría de la mente.
En el trabajo “Diferencias individuales en la interpretación pragmática de la cuantificación (algunos, la mayoría) y del aspecto (imperfectivo) en el español ibérico infantil”, Isabel García del Real Marco, Tania Barberán Recalde y María José Ezeizabarrena estudian la interpretación semántica y pragmática de cuantificadores de escala positiva (todos, la mayoría, algunos) y de marcadores de aspecto (perfectivo e imperfectivo). A través del análisis de los datos de 29 niños españoles (~5;0), que contrastan con un grupo control de adultos, obtenidos mediante dos tareas experimentales, las autoras reportan tres perfiles infantiles: quienes son capaces de derivar implicaturas de escala tanto para cuantificación como para aspecto, quienes son capaces de derivar implicaturas de una sola de las escalas y quienes no derivan ninguno de los dos tipos de escala. Los resultados confirman que la adquisición de escalas es un proceso gradual, donde el conocimiento semántico precede al pragmático y los ítems fuertes preceden a los débiles.
Los siguientes cuatro capítulos se insertan en la sección dedicada a la adquisición en entornos bilingües. Carmen Silva-Corvalán da comienzo a esta sección con el capítulo “Diferencias individuales que surgen en el proceso de adquisición bilingüe desde el nacimiento”. Se abordan tres aspectos del comportamiento lingüístico en español en dos niños bilingües inglés-español (2;0–6;0 y 1;8–5;11). El estudio se enfoca en dar cuenta de la relación entre el desarrollo lingüístico y la cantidad-calidad de input, pues ambos niños se desenvuelven en un ambiente similar, pero tienen grados de exposición al español diferenciados. La autora reporta rutas de desarrollo similar y diferencias en el grado de afectación de los aspectos lingüísticos: a menor grado de exposición, mayor divergencia de la norma nativa del español y mayor el grado de transferencia de la lengua dominante. El trabajo documenta una correspondencia entre la cantidad de exposición a una lengua y el nivel de competencia lingüística relativa en las lenguas de los bilingües. La variación individual se explica como resultado de una experiencia distinta con la lengua.
En el capítulo sucesivo, “El uso de palabras que remiten a emociones, cognición y volición en niños bilingües de 30 meses”, Martha Shiro, Erika Hoff y Katherine F. Shanks exploran el desarrollo léxico. Buscan determinar la variedad y la frecuencia del léxico que utilizan díadas madre / niño, 25 bilingües inglés-español y 26 monolingües de inglés, para referirse a los estados internos. A través del análisis de secuencias interactivas semi-estructuradas, las autoras señalan que los niños expuestos a dos lenguas de manera simultánea tienen un vocabulario similar al de los monolingües en lo que respecta al léxico de estados internos, en conteo por tipos, y las diferencias ocurren en la frecuencia de uso de los vocablos, en conteo por casos, y en el léxico que remite a diferentes categorías léxicas.
Bajo la misma directriz, en el trabajo “Diferencias individuales en el desarrollo léxico de bilingües simultáneos tempranos euskera-castellano”, María José Ezeizabarrena, Iñaki García, Margareta Almgren y Andoni Barreña ofrecen un análisis del desarrollo del léxico expresivo y conceptual, basado en los datos de los reportes parentales, de 39 niños bilingües simultáneos euskera-español. Los autores observan que el grado de exposición a cada una de las lenguas afecta el desarrollo léxico en ellas, en el sentido de que los individuos con mayor contacto con una muestran también mayor disponibilidad léxica en esta. Sin embargo, no se encontró relación entre la cantidad de input y el vocabulario conceptual, lo que sugiere que el grado de exposición a cada lengua no influye en el desarrollo léxico general.
El capítulo que concluye la sección sobre desarrollo bilingüe, “Diferencias individuales en el mantenimiento del español: un análisis de gramaticalidad” de Lourdes Martínez-Nieto y María Adelaida Restrepo, ofrece un análisis del grado de gramaticalidad y de diversidad léxica en 34 niños hispanohablantes de herencia, de entre 5 y 7 años. Se explora la relación entre ambos aspectos lingüísticos y dos variables independientes relacionadas con la L2 (inglés): la edad de exposición y los años de exposición a la L2. Los resultados arrojan una correlación negativa entre el índice de agramaticalidad y la edad de exposición a la L2 y una correlación positiva entre dicho índice y años de exposición a la L2. A más temprana edad de exposición a la L2, menor serán la diversidad léxica y el índice de gramaticalidad en la L1 en niños con input reducido en la lengua nativa. El mantenimiento de una L1 en un entorno donde la lengua dominante es la L2 (educación y entorno) se ve asociado a factores externos, vinculados con la edad y los años de exposición a la segunda lengua.
Da inicio a la sección que aborda el desarrollo en años escolares el capítulo “Desarrollo de la capacidad para reflexionar sobre la morfología de las palabras en los años escolares” de Karina Hess Zimmermann. Los datos de 30 niños y adolescentes de quinto, séptimo y noveno grados sirven a la autora para mostrar que la capacidad de reflexionar sobre la morfología se desarrolla durante los años escolares. A partir del análisis de una tarea de segmentación de palabras y otra de extracción de significado, Hess Zimmermann expone que la capacidad para dividir las palabras complejas y encontrar su significado se incrementa en cada grado escolar. Asimismo, reporta diferencias en la dificultad de segmentación según el tipo de componentes morfológicos y señala que existen variantes entre individuos del mismo grado que muestran diversas estrategias de segmentación y formas de reflexionar acerca de las palabras. Por último, la autora argumenta que la estrategia de segmentación morfológica es una vía efectiva en los niños y adolescentes para acceder al significado de palabras desconocidas.
En el capítulo siguiente, “Diferencias individuales en el conocimiento ortográfico al inicio de la alfabetización”, Celia Díaz Argüero analiza las estrategias de entrada a la norma escrita en textos escritos por 20 niños mexicanos de segundo de primaria (7;1–7;9). Las palabras divergentes de la norma son las que guían el análisis. La autora señala que en estas se pueden observar las maneras en que los niños se enfrentan a un sistema normativo establecido. Díaz reporta una tipología de formas divergentes: sustituciones, omisiones, agregados y permutaciones. Respecto a esta, no existe una jerarquía de dificultad entre los principios que rigen la ortografía contemporánea del español. Los principales hallazgos apuntan hacia que: i) los alumnos pueden seguir diferentes rutas para resolver las dificultades que plantea la ortografía del español y ii) es posible que haya estudiantes con más facilidad para comprender determinados aspectos de la representación escrita o que prefieran explorar algunos niveles gráficos antes que otros. Finalmente, los datos sugieren que los niños pueden prestar atención a los aspectos ortográficos al mismo tiempo que piensan en el contenido y en la organización de un texto.
La última sección, dedicada al análisis de poblaciones en condiciones particulares, comienza con el texto “Diferencias individuales: aspectos lingüísticos y paidopsiquiátricos de niños que viven en situaciones de deprivación socioambiental” de Alejandra Auza B., María Elena Márquez-Caraveo y Chiharu Murata. Este trabajo aporta a la discusión teórica sobre la comparación entre el desarrollo lingüístico de los niños en condiciones socioambientales desfavorecidas y los niños con trastorno específico del lenguaje (tel). Para ello, los autores ofrecen un contraste del desempeño gramatical y diversidad léxica en una tarea de recuento entre tres grupos de niños de entre 4;0 y 6;0, emparejados por edad cronológica: 8 niños con deprivación socioambiental, 8 niños de desarrollo típico sin tales condiciones y 123 niños diagnosticados con tel. Los resultados sugieren que el bajo desempeño lingüístico de los niños con deprivación socioambiental muestra un perfil inmaduro, pero con características diferentes al de los niños con tel, cuyos rasgos de dificultades son particulares.
El segundo estudio de esta sección es presentado por Ignacio Moreno-Torres Sánchez, Gema Blanco Montañez y Sonia Madrid Cánovas, y lleva por título “Diferencias individuales en niños sordos con implante coclear”. Esta investigación busca poner a prueba si, como se ha sugerido, las diferencias individuales entre los niños con implante coclear podrían deberse a factores externos al lenguaje, o si, por el contrario, tales diferencias se explican por factores internos. Para ello, examinan los errores segmentales y prosódicos de 14 niños sordos con implante coclear: 12 meses después del implante (~24 meses de edad) y 24 meses después del implante (~36 meses de edad). Comparan los datos de dos pruebas de repetición (palabras y oraciones) en ambos momentos. En la primera evaluación, los niños implantados no parecen guiar su producción por representaciones prosódicas, lo que podría lastrar el desarrollo fonológico y gramatical, y ocasionar, por lo tanto, que la progresión alcanzada en la segunda evaluación sea muy lenta. Los datos parecen apoyar la hipótesis de que factores internos al lenguaje, como el desarrollo fonológico atípico, podrían estar en la base de la dependencia de apoyo externo.
El capítulo que cierra el volumen, “Development of variability of Lenis stops in Valley Zapotec”, se inserta en la temática de la primera sección, el desarrollo temprano del lenguaje, pero es particular porque presenta el análisis de una población infantil sub-representada en los estudios de adquisición: niños que adquieren zapoteco del valle, una lengua originaria de México, hablada en Oaxaca. Los autores, Joseph Paul Stemberger y Mario Chávez-Peón, analizan la variación alofónica en la producción de consonantes oclusivas lenis en posición final por parte de 5 niños monolingües (1;8–5;11). Exploran la variabilidad de la producción de estas consonantes en habla adulta e infantil. En el habla adulta, encuentran una gran variación alofónica de las oclusivas lenis en dicha posición. Esta variación constituye un reto para la detección de patrones fonológicos en el input. Si bien la producción infantil muestra un rango de variación mayor que la adulta, los autores señalan que la mayor parte se puede atribuir a efectos del input, es decir, a factores independientes del desarrollo fonológico. Los datos muestran que desde muy temprano, cuando aún no dominan muchos aspectos de la producción fonética, los niños están aprendiendo a producir la variación que está en la lengua que escuchan.
Recientemente se ha insistido en que los modelos teóricos de adquisición y procesamiento del lenguaje deben no sólo dar cabida a las diferencias individuales, sino asumirlas como parte del desarrollo (e. g., Kidd, Donnelly & Christiansen, 2018: 154–155). La mayoría de los aspectos de representación y uso del lenguaje van mediados por factores contextuales relacionados con el uso, la cognición y la interacción social. En conjunto, los trabajos de este volumen ponen a prueba dichos factores, que dan como resultado variación en las trayectorias y formas documentadas en el desarrollo del lenguaje. Cada uno da cuenta de las relaciones que se establecen entre diversos niveles del sistema lingüístico, las estrategias de aprendizaje individuales y las condiciones socioambientales. En cuanto a los factores cognitivos, patentes en las estrategias de procesamiento, vimos que la diversidad del léxico guarda una relación estrecha con el desarrollo morfológico, que se ve permeada por las estrategias individuales (Rojas Nieto); el desarrollo sintáctico puede coadyuvar al desarrollo de habilidades cognitivas, como el de la teoría de la mente (Pérez Pereira & Jackson-Maldonado); el razonamiento semántico y pragmático se desarrollan a distintos tiempos (García del Real et al.); las estrategias individuales persisten aún en los años escolares, donde se encuentran estrategias individuales de comprensión morfológica o de entrada al sistema de la escritura, en individuos de la misma edad y con experiencia académica similar (Hess Zimmermann; Díaz Argüero).
La influencia de la experiencia con el lenguaje es una de las dimensiones teóricas más importantes en las que difieren las teorías de adquisición lingüística. Esto se debe a la divergencia de supuestos sobre el componente innato del lenguaje frente a la naturaleza cognitiva de representación mental de las operaciones lingüísticas. En este sentido, explorar cómo la experiencia individual puede influir en el lenguaje ayudaría al refinamiento de los postulados teóricos actuales. El efecto ambiental más fehaciente sobre la lengua es la frecuencia de uso, que influye tanto en la adquisición como en el procesamiento lingüísticos (Ambridge, Kidd, Rowland & Theakston, 2015: 240). En este sentido, la compilación proporciona evidencia firme sobre la relación entre el lenguaje y el entorno. Como se observa en el trabajo de Silva-Corvalán, en igualdad de condiciones, la variación en el input influye significativamente en la adquisición (Weisleder & Fernald, 2013). Asimismo, la variación en la calidad del input también puede generar patrones de uso diferenciados (Shiro et al.; Ezeizabarrena et al.; Martínez-Nieto & Restrepo; Stemberger & Chávez-Peón). No obstante, la variación con raíces en factores cognitivos o trastornos no resulta equiparable a la variación producida por factores socioambientales (Auza et al.; Moreno-Torres et al.).
Por último, como se ha mostrado a través de estas líneas, los trabajos concentrados en este volumen se enfocan en un área en la que recientemente se ha renovado el interés por la variación individual. A pesar de su ubicuidad, las diferencias individuales se habían relegado, llevando a las teorías a postular capacidades cognitivas idealizadas e invariables, que armonizaban con un presunto avance científico, pero que conducían a suposiciones erróneas sobre los rangos de variación en las capacidades cognitivas humanas (cf. Levinson, 2012: 397). Es en este escenario que este volumen contribuye a enriquecer la comprensión del desarrollo del lenguaje y plantea un panorama desde el cual los comportamientos que se alejan de las medias —en contra de generar una imagen ruidosa sobre el desarrollo— constituyen una ventana para explorar los efectos de las individualidades socio-cognitivas sobre el desarrollo lingüístico.
Se ha argumentado que examinar las diferencias individuales en el desarrollo y procesamiento del lenguaje tiene el potencial de aportar luz a los debates teóricos de larga data y nos acerca a una comprensión más detallada del engranaje del lenguaje humano (Kidd et al., 2018). Como se ha mostrado en las contribuciones de esta obra, la relación entre la variación en el input, las estrategias cognitivas y la adquisición del lenguaje conducen a la variación en el desarrollo y procesamiento lingüísticos a lo largo de la vida. Así, atender a lo diferente tiene relevancia no solo para la comprensión de dichos procesos de adquisición, sino también para el entendimiento del lenguaje de modo más amplio. En suma, este conjunto de investigaciones constituye un señalamiento para mantener, en estudios sucesivos, la atención en la variación individual, entendida como el resultado de la confluencia de factores vinculados con los sistemas de la comunicación humana.
Referencias
Ambridge, Ben; Kidd, Evan; Rowland, Caroline, & Theakston, Anna L. (2015). The ubiquity of frequency effects in first language acquisition. Journal of Child Language, 42(2), 239–273.
Kidd, Evan; Donnelly, Seamus, & Christiansen, Morten H. (2018). Individual differences in language acquisition and processing. Trends in Cognitive Sciences, 22(2), 154–169.
Levinson, Stephen C. (2012). The original sin of cognitive science. Topics in Cognitive Science, 4(3), 396–403.
Tomasello, Michael (2003). Constructing a language: A usage-based theory of language acquisition. Cambridge: Harvard University Press.
Weisleder, Adriana, & Fernald, Anne (2013). Talking to children matters: Early language experience strengthens processing and builds vocabulary. Psychological Science, 24(11), 2143–2152.
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