Estudios de Lingüística Aplicada

 

Señas que expresan eventos del tipo romper en Lengua de Señas Mexicana (lsm)

 

Signs encoding breaking events in Mexican Sign Language (lsm)

Héctor Rodolfo Montaño Juárez

Universidad Nacional Autónoma de México,
Posgrado en Lingüística

hmontano94@yahoo.com.mx

Recepción del artículo: 19 de marzo de 2021

Versión revisada: 8 de julio 2021

Aceptación: 24 de agosto del 2021

doi: 10.22201/enallt.01852647p.2022.74.996


Resumen

Este trabajo presenta una descripción de las señas que expresan eventos del tipo romper en lsm. Se expone que un evento como romper puede ser concebido como la suma de varios subeventos simples que conforman un macroevento. Cada subevento puede entenderse como una de sus fases organizadas en una cadena de causa-resultado. Algunas señas que expresan eventos del tipo romper en lsm pueden encapsular todas y cada una de las fases, como sucede con las señas DESGARRAR y TROZAR, o sólo expresar la fase del cambio de estado, como sucede con la seña ROMPER. Esta última seña resulta peculiar porque parece tener un uso ambivalente referente a su transitividad; sin embargo, se argumenta que es una seña de naturaleza intransitiva de base. Su ambivalencia transitiva en el nivel lingüístico apunta a que está motivada por la simplificación de las fases que conceptualmente constituyen el macroevento de romper.

Palabras clave: aspecto; macroevento; cambio de estado; lexicalización; transitividad

Abstract

This paper describes signs that express breaking events in lsm. I contend that breaking events can be understood as the sum of a set of simpler subevents making up a macroevent. Each subevent comprises a phase of the macroevent phases, and all are organized as a causal chain: cause-result. Some signs encoding breaking events in lsm lexicalize each and every phase, as is the case of signs translated here as DESGARRAR (TEAR) and TROZAR (SHRED), while other signs lexicalize only the change of state phase, such as ROMPER (BREAK). The latter is a peculiar sign due to its apparently ambivalent transitive use. Nevertheless, I assert this sign is basically intransitive. The transitive ambivalence of ROMPER seems to be motivated by the simplification of the phases integrating the breaking macroevent.

Keywords: aspect; macroevent; change of state; lexicalization; transitivity

1. Introducción*

 

Dentro de los trabajos descriptivos de la gramática de la Lengua de Señas Mexicana (lsm) ninguno hasta ahora se ha centrado en los procesos de lexicalización de señas que expresan eventos del tipo romper. Cabe mencionar que Escobar (2016) hace una breve mención sobre la seña ROMPER y su comportamiento lingüístico en los contextos donde aparece, pero no realiza un análisis profundo sobre esta. Por tanto, este trabajo tiene como objetivo describir el comportamiento lingüístico de algunas señas que expresan ese significado. La descripción abarca tanto el fenómeno de lexicalización, es decir, determinar qué rasgos semánticos son expresados o están conferidos en esta seña y cuáles no, como el impacto o repercusiones que tiene la amalgama de rasgos semánticos contenidos en ella en el nivel propiamente sintáctico.

En términos generales, y a manera de introducción, en este trabajo se entiende por lexicalización el proceso mediante el cual un elemento lingüístico, propiamente una unidad léxica, encapsula o expresa mediante su constitución formal una porción de dominio conceptual como parte de su significado. Esta concepción se desprende de Talmy (2000; 2007), quien considera que el fenómeno de lexicalización consiste básicamente en la relación que existe entre una combinación de elementos o rasgos semánticos (meaning component) y una determinada forma lingüística (surface element) que los expresa.

Bajo esta perspectiva, la tarea central consiste en describir qué rasgos semánticos del dominio conceptual de los eventos del tipo romper son expresados por qué unidades lingüísticas (señas) y bajo qué condiciones en la lsm, específicamente aquellas señas con una aparente función predicativa, por ello el análisis incluye también, como parte de la descripción, el número de participantes involucrados y exigidos por el significado del predicado, la función semántica que tiene / desempeña cada participante, así como su comportamiento sintáctico en la construcción donde aparece y que se relaciona con la seña o conjunto de señas predicativas que lo proyectan.

De manera general, en este trabajo se expone que el evento de romper en algunas ocasiones puede ser concebido como la suma de más de un subevento simple que conforman un macroevento. Estos subeventos son considerados fases constituyentes, y estas, a su vez, se conceptualizan cognitivamente como una cadena de causa-resultado: la fase del acto que produce un cambio en el objeto más la fase del cambio de estado. Bajo este principio, las señas que expresan eventos del tipo romper en lsm pueden encapsular todas y cada una de estas fases, tanto la fase causal como la fase de resultado, tal parece ser el caso de las señas descriptivas aquí glosadas como DESGARRAR o TROZAR; o bien, solo expresar la fase resultativa, es decir, la del cambio de estado, como sucede con la seña ROMPER.

El análisis descriptivo se concentra sobre todo en esta última seña, pues aparentemente tiene un uso ambivalente referente a su transitividad y por ello puede ser catalogada como una seña lábil, como sucede con muchos verbos de romper en otras lenguas. Sin embargo, aquí se argumenta que esta seña tiene un comportamiento intransitivo de base con un significado de cambio de estado y que su uso transitivo se da en contextos marcados en términos de la situación o circunstancias comunicativas en el que se suscita este uso. Dicha ambivalencia respecto a su transitividad apunta a que es el resultado de un proceso de simplificación cognitiva de las fases que constituyen el macroevento de romper, sobre todo cuando en términos semántico-conceptuales se puede prescindir u omitir la fase causal de este macroevento. La simplificación de las fases en el macroevento de romper repercute lingüísticamente tanto en la estructura sintáctica que lo expresa como en la transitividad del predicado que mayor carga semántica tiene con el concepto de romper, en este caso, particularmente de la seña ROMPER.

La organización de este trabajo es como sigue. En §2 se presenta un panorama general sobre las características semánticas de los verbos de romper. En §3 se expone el estado del arte hasta ahora existente sobre las características de algunas señas que expresan eventos del tipo romper, con especial énfasis en las características semántico-sintácticas de la seña ROMPER. En §4 se explica la metodología implementada y el procedimiento que se siguió para la elicitación de los datos que aquí se analizan. En §5 se muestra el comportamiento de algunas señas descriptivas que expresan eventos de romper. En §5.1 se describen algunas señas que expresan este tipo de eventos. Luego, en §5.2 se ofrece una descripción del comportamiento de la seña ROMPER, mostrando primero los casos en los que se combina con señas descriptivas que expresan la acción causante. Posteriormente, en §5.3 se presentan los casos en los que se combina con señas descriptivas que expresan el tipo de resultado o estado de forma detallada o mucho más fina. En §5.4 se argumenta que la seña ROMPER es de naturaleza intransitiva. En §5.5 se muestran casos peculiares en los que la seña ROMPER tiene un aparente uso transitivo. En §5.6 se revisa la diferencia entre el nivel conceptual del macroevento de romper y el nivel semántico de las señas que lo expresan. Y, por último, en §6 se incluyen comentarios finales respecto al análisis descriptivo que aquí se propone.

 

2. Panorama general de los verbos de romper

 

En este apartado se presenta un panorama muy general de cómo pueden ser caracterizados los verbos de romper. Para este estudio resulta relevante como antecedente el trabajo realizado por los colaboradores del Max Planck Institute for Psycholinguistics (Nijmegen, Países Bajos) con el Cutting and Breaking Events Project, encabezado principalmente por Bohnemeyer, Bowerman y Brown (2001), quienes, junto con el resto del equipo, publicaron en 2007 un número especial en la revista Cognitive Linguistics, cuyo tópico central fue la codificación de eventos tipo cortar y romper en diferentes lenguas del mundo desde una perspectiva tipológica.

Como panorama general se establece que tanto los verbos de romper como los de cortar están estrechamente relacionados, pero que entre ambos tipos existen diferencias considerables; por ejemplo, cada grupo tiene estructura argumental distinta y los argumentos tienen privilegios sintácticos diferentes (e. g., tienen diferentes diátesis y/o alternancias sintácticas). Además, en este número, Majid, Bowerman, van Staden y Boster (2007) introducen el tópico estableciendo que la elección y variación de las expresiones lingüísticas que denotan un evento tipo cortar y tipo romper dependen de cuatro informaciones básicas. 1) El tipo de instrumento utilizado (instrument). 2) El tipo de objeto en el que se ejecuta el acto de cortar o de romper (por ejemplo, si el objeto es rígido o flexible). 3) La manera (manner) en la que se realiza el acto de romper o cortar; este aspecto puede subdividirse a su vez en tres rubros: a) el tipo de contacto entre el agente y el instrumento o bien entre el instrumento y el objeto que sufre la acción, b) el tipo de trayectoria del instrumento en el acto sobre el objeto y c) la intensidad o precisión con la que se ejecuta la acción (por ejemplo, si es acompañada con cierta fuerza o velocidad o si se lleva a cabo una sola vez de tajo o repetidamente). Y 4) el tipo de resultado, es decir, el tipo de cambio de estado: separación y/o destrucción total o parcial y número de partes o porciones resultantes de la entidad. Este tipo de información semántica susceptible de ser encapsulada por una o varias unidades lingüísticas se establece con base en la evidencia encontrada en las distintas lenguas bajo estudio1 en dicho proyecto de investigación.

Otro trabajo que debe citarse es el de Levin (1993). Ella establece que el significado de los verbos de romper —propiamente del inglés— refieren a acciones que expresan un cambio de estado en la integridad material de alguna entidad, y estos verbos se relacionan semánticamente con los verbos de cortar. No obstante, los verbos de romper regularmente no proveen ninguna información acerca de cómo se produce el cambio de estado; por ejemplo, rara vez enfatizan (o lexicalizan) el tipo de instrumento utilizado para producir dicho cambio. Asimismo, tampoco enfatizan el tipo de contacto que se da entre el instrumento y el objeto para producirlo; a diferencia de los verbos de cortar, los cuales a menudo son más susceptibles para expresar dicha información semántica.

Por su parte, Dixon (2005) afirma que los verbos de romper pertenecen a la clasificación de afectación y cambio de estado. En la base de datos electrónica de FrameNet (Fillmore, 2020), proyecto encabezado por Fillmore (1997–2014), se establece que estos verbos típicamente se enmarcan en un frame semántico denominado causa de fragmentación (cause of fragment frame); dicho frame se caracteriza porque un agente repentina, y a menudo violentamente, separa una entidad en dos o más piezas más pequeñas pertenecientes a esa entidad, es decir, la separación de la entidad completa en partes más pequeñas resulta en un cambio de estado.

Por último, Van Valin (2005) establece, dentro del marco de la gramática de rol y referencia (Role and Reference Grammar), que los predicados (incluyendo los verbos de romper) tienen una estructura semántica denominada estructura lógica, misma que está estrechamente relacionada con el aspecto léxico del predicado: aksionsart, siguiendo a Vendler (1967) y Dowty (1979). En este modelo teórico, el predicado es el que proyecta su estructura lógica en la sintaxis mediante ciertas reglas de enlace, a su vez, el número de argumentos proyectados en la sintaxis dependerá del tipo de aspecto léxico del predicado. Por un lado, esta observación es relevante puesto que en la descripción lingüística de un ítem léxico que típicamente funciona como predicado debe señalarse tanto su aspecto léxico como el número de argumentos exigidos por este para satisfacer su significado pleno. Por el otro, se ha mostrado a lo largo de estudios tipológicos que existen lenguas en las que las bases verbales que expresan eventos de cambio de estado, entre ellas las de tipo romper, caen dentro de la clase aspectual de estados o logros incoativos y las construcciones causativas resultan ser, por tanto, derivaciones de las primeras; mientras que en otras lenguas estos mismos eventos son expresados a través de bases verbales que son inherentemente causativas y las derivadas resultan ser las construcciones anticausativas, ya sea con una lectura incoativa o estativa.2

En Van Valin y LaPolla (1997) se menciona incluso que en lenguas como el lakota la selección léxica del verbo dependerá de diferente tipo de información, por ejemplo, si el objeto es uno plano o delgado o si la acción se realiza directamente o no sobre el paciente, además de recibir marcas morfológicas distintas dependiendo del tipo de instrumento utilizado.

Este panorama general deja entrever qué tipo de información semántica es susceptible de expresarse en las señas que se especializan en denotar eventos del tipo romper en la lsm. A lo largo de este trabajo se muestra que existen diferentes señas descriptivas de romper que expresan diferente tipo de información semántica, que dada su distribución en la construcción lingüística pertenecen a clases léxico-semánticas distintas en términos de una diferencia entre eventos causativos y eventos incoativos o puramente estativos y que, además, involucran diferentes tipos de participantes semánticos, es decir, requieren para satisfacer su significado distintos argumentos como parte de su estructura argumental. Cada uno de los argumentos involucrados debe ocupar una posición específica en el orden lineal de la construcción con respecto al predicado que lo proyecta.

 

3. Observaciones preliminares en el comportamiento de las señas que expresan eventos de romper

 

Dentro de la reducida bibliografía disponible en el análisis descriptivo de la lsm, solo Escobar (2016) aborda, aunque no de manera profunda, el comportamiento de una seña que se ha identificado como ROMPER. Afirma que esta funciona como predicado debido a que ocupa una posición recurrente en la construcción lingüística y que además recibe marcas tempo-aspectuales, por ejemplo, cuando alguien pretende comunicar ‘Yo rompí el vaso’ PRO-1 VASO ROMPER[PERF.PAS] (cf. Escobar, 2016: 112–113). Obsérvese que, en el caso aquí mencionado, la seña ROMPER, además de estar marcada con rasgos no manuales (RNM) de tempo-aspectualidad [PERF.PAS], funciona transitivamente. Además, en ciertas ocasiones, esta seña tiene una interpretación atributiva con un significado estativo.

Escobar también menciona que esta seña puede ser sustituida por señas con función verbal que en la literatura reciente se han denominado verbos descriptivos (depicting verbs) (cf. Liddell, 2003; Dudis, 2007; Beal-Alvarez & Trussell, 2015). Liddell (2003) fue uno de los primeros en implementar el término verbos descriptivos. Estos se caracterizan por ser señas que mediante las manos describen las distintas situaciones de manera visual (Beal-Alvarez & Trussell, 2015); es decir, utilizan descripciones visuales para comunicar una determinada situación en el discurso narrativo. Esto es conocido comúnmente como función descriptiva (depiction o depictive function). Una de las características que predomina como parte de la función descriptiva en el discurso narrativo de los Sordos es que provee una “demostración parcial o total” de un evento particular (Liddell, 2003). De esta manera, los eventos expresados manualmente por los sordos a través de su discurso proporcionan distintos grados de descripción visual.

Las señas denominadas verbos descriptivos3 resultan problemáticas al tratar de caracterizarlas formalmente, ya que en la mayoría de las ocasiones surgen a partir del contexto enunciativo con el fin de mapear de manera icónica el tipo de atributo de una entidad, la locación situacional de esta, o bien la trayectoria o movimiento que ejecuta o sufre dicha entidad en el espacio real (Montaño, 2021). Dado que estas señas surgen en dichos contextos, su estandarización y delimitación formal en sus usos no está completamente convencionalizada ni delimitada sintagmáticamente; de hecho, el estatus propiamente léxico de estas señas descriptivas no siempre es claro puesto que, como ya se mencionó, no están totalmente convencionalizadas entre la comunidad de señantes y su pertinencia y aparición dependen del imaginario y la creatividad de cada señante para capturar mediante la seña el contenido semántico que desea transmitir a su(s) interlocutor(es). Sin embargo, estas señas descriptivas regularmente pueden ocupar la posición sintáctica de una seña convencionalizada desempeñando una función verbal en la mayoría de las construcciones lingüísticas en las que aparecen. Por ello Escobar menciona en su descripción que la seña ROMPER puede ser sustituida por estas otras señas descriptivas y afirma que son especializaciones de la misma, de ahí que la sustituyan y funcionen como predicados (cf. Escobar, 2016: 99). De esta forma, cuando un señante desea expresar que un objeto está roto, este tiende a especificar el tipo de resultado o estado que el objeto adquiere o en el cual se encuentra, toda vez que está o ha pasado a estar roto.

El ejemplo de la Figura 1, extraído de Escobar (2016: 98), muestra que en vez de que el señante exprese lingüísticamente PANTALLA ROMPER, expresa VD.PANTALLA-AGRIETARSE. Concordamos con el autor al establecer que este tipo de señas surge a partir de que expresan “especializaciones” o información detallada sobre el tipo de estado resultante del objeto o entidad; Escobar afirma, además, que sustituyen a la seña ROMPER como una especialización de esta, pormenorizando el tipo de estado resultante y que, como producto de dicha sustitución, desempeñan la función del núcleo del predicado.

 

 

En los datos proporcionados en este trabajo, se muestra que la seña ROMPER, a diferencia de lo presentado en Escobar (2016), aparece y surge en combinación tanto con señas (descriptivas) que expresan actos causativos (lo que se hizo previamente para que el objeto pase a “estar roto”) como con señas descriptivas que expresan el tipo de estado en sí o el tipo de cambio de estado del objeto en cuestión (como la presentada en la Figura 1). Además, se expone que las tres señas (seña descriptiva agentiva, seña ROMPER y seña descriptiva de tipo de alteración o resultado) pueden llegar a codificarse en la misma construcción lingüística de manera secuencial una detrás de otra en una especie de seriación. Por ello la observación de Escobar —quien señala que las señas descriptivas sustituyen a la seña ROMPER— es hasta cierto punto relativa y debe ser revalorada con base en nuevos datos.

Al respecto, el objetivo central radica en establecer cuáles son las motivaciones tanto semánticas como sintácticas que permiten el encadenamiento de la seña ROMPER con señas descriptivas que expresan o bien el tipo de acción causante o bien el tipo de estado resultante y por qué en muchos de los casos su organización permite un encadenamiento lineal de las tres señas, que en conjunto parecen construir una especie de seriación verbal que expresa una sucesión de causa-resultado. Este trabajo también tiene como propósito particular caracterizar la clase aspectual de la seña ROMPER.

 

4. Metodología

4.1. Los informantes

El corpus proviene de cuatro señantes: dos mujeres y dos hombres. Los cuatro informantes son altamente competentes en lsm. Cada uno de ellos entró en contacto con la lengua a temprana edad, ya sea porque tuvieron algún familiar cercano igualmente Sordo o porque entraron a escuelas dedicadas a la educación de personas sordas; excepto uno, quien aprendió y tuvo contacto cabal con la lengua pasada su infancia. Dos de ellos son hermanos y tienen hijos igualmente sordos; estos últimos han adquirido su variante de lsm como lengua materna.

4.2. Obtención del corpus

Los datos lingüísticos se obtuvieron de cinco tipos de elicitación. La primera parte del corpus se obtuvo utilizando los instrumentos del Max Planck Institute for Psycholinguistics (mpi). Dichos instrumentos fueron elaborados por Bohnemeyer, Bowerman y Brown (2001) para el proyecto Cutting and Breaking Events. La herramienta utilizada para recabar datos lingüísticos consiste en estímulos visuales (videoclips) que muestran eventos del tipo cortar y del tipo romper. Este estudio se enfoca solo en los datos relacionados con la clase de romper.

Luego de obtener los datos, el investigador se dio a la tarea de diseñar otra serie de videoclips en los que se muestran igualmente situaciones con eventos del tipo romper. Sin embargo, ahora el diseño de los videos se centró en controlar y restringir las variables involucradas, como, por ejemplo, el tipo de objeto y el tipo de instrumento —además de que se cuidó que en los videos se tuviera como foco de atención la acción ejecutada por el participante instigador para que el informante en turno no desviara su atención a la posición del objeto, esto incluye no poner en un primer cuadro visual la ubicación del objeto en el espacio.

El tercer procedimiento de elicitación consistió en la creación de contextos semidirigidos, en los que se le pidió a uno de los informantes que interactuara con otro Sordo de tal manera que le pidiera / ordenara realizar una serie de acciones. El propósito de este tipo de elicitación fue crear contextos en los que se obtuvieran emisiones lingüísticas asociadas tipológicamente a construcciones imperativas y con la finalidad de contrastar los datos de esta elicitación con los conseguidos en las dos anteriores.

Un cuarto tipo de elicitación fue requerido. En esta prueba se procedió de la siguiente manera. Primero se le mostró a cada informante por separado una serie de oraciones en español escrito que a través de su significado y construcción expresaban eventos del tipo romper. La tarea por realizar consistió en que a cada uno de los informantes se le pidió que trasladara las oraciones de la lista en español a la lsm. Este procedimiento se justifica debido a que los sujetos de la prueba tienen una competencia fluida en la comprensión del español escrito4 y son sensibles a las diferencias gramaticales que existen entre el español y la lsm. Además, con este tipo de procedimiento se tenía en mente recabar la información mínima (información lingüística) que se requería para expresar un cierto tipo de evento; es decir, la instanciación de un predicado y sus argumentos en la sintaxis y evitar información innecesaria, esto es, descripciones gestuales adicionales. En esta cuarta elicitación se recurrió a crear una situación en la cual la información codificada debía ser comunicada a otro Sordo. Esto se hizo con el propósito de asegurar que las emisiones obtenidas no fueran calco del español escrito y que se estuviera respetando la naturaleza gramatical de la lsm por medio de la interacción entre dos Sordos.

Por último, se realizó un quinto proceso de elicitación, que consistió en mostrar al participante en turno una serie de imágenes que contenían distintos objetos “rotos”, y, posteriormente, se les pidió que describieran el estado de los objetos. Los resultados obtenidos en esta elicitación sirvieron para explorar la transitividad de las señas que denotan eventos del tipo romper y solo se aplicó a dos de los cuatro sujetos.

 

5. Análisis descriptivo de los datos recopilados

5.1. Algunas señas descriptivas que expresan eventos del tipo romper

Aparte de la seña ROMPER, existen en la lsm algunas señas descriptivas que son utilizadas para expresar eventos de romper. Estas señas, por su naturaleza descriptiva (en cierto grado, gestual), expresan la acción que una entidad animada ejecuta, misma que provoca la alteración física del objeto. Algunas de estas señas se muestran en los ejemplos (1) y (2).5

 

 

 

 

 

Los dos ejemplos muestran al final una seña descriptiva que expresa un evento del tipo romper. Cada una de estas señas, glosadas como DESGARRAR y TROZAR (más la descripción de la forma del objeto involucrado), expresa cierto tipo de información: 1) que el instrumento utilizado para alterar al objeto son las manos, 2) que cuando el objeto es flexible la tensión en los movimientos de las manos es más relajada, pero que cuando el objeto es rígido existe una mayor tensión en ellos, 3) que la acción descrita implica la división o alteración del objeto mismo y 4) que para que el objeto sea alterado, debe estar en contacto directo con el instrumento que provoca su modificación. De acuerdo con estas características, vemos que, a pesar de su naturaleza descriptiva, estas señas capturan información semántica relacionada tipológicamente a los verbos de romper y que, por tanto, amalgaman y expresan diferencias sutiles de significado: DESGARRAR se utiliza cuando el objeto es flexible y TROZAR se utiliza cuando es rígido. En ambos casos, sin embargo, está implicado un contacto directo con el objeto y su alteración física mediante la aplicación de una fuerza o acción directa.

Si bien los ejemplos anteriores son construidos a través de la implementación de acción construida6 (constructed action),7 es sospechoso que esto suceda incluso en la elicitación 4, que consiste en trasladar una oración del español a la lsm, considerando que existe precisamente la ya convencionalizada seña ROMPER para expresar el significado de romper. El hecho de que en estos ejemplos aparezcan señas descriptivas y se prescinda de la seña ROMPER nos da pistas sobre qué es lo que aparentemente puede o no estar amalgamado.

La hipótesis de trabajo es que la seña ROMPER en sí misma en su uso más puro o natural no captura información sobre la acción que provoca la alteración de un objeto; en este sentido, es una seña que solo expresa su alteración súbita, sin especificar qué la causó, de ahí la pertinencia de las señas descriptivas que sí tienen esta capacidad. Esta observación implicaría que la seña ROMPER probablemente sea, en su uso más básico, de naturaleza intransitiva y no transitiva, pero entonces ¿por qué existen casos en los que esta seña tiene un uso transitivo como el que presenta Escobar (2016). En las siguientes secciones se intentará dar una explicación plausible a este hecho.

5.2. La seña ROMPER en combinación de otras señas con una función predicativa

Hay evidencia para suponer una naturaleza intransitiva de facto de la seña ROMPER. En primer lugar, existen casos declarativos en los que esta seña por sí misma es insuficiente para expresar el evento de romper en su totalidad y debe ser acompañada con una seña que especifique la acción o evento que provocó el cambio de estado de un objeto (i. e., “pasar a estar roto”). Cuando esto sucede, las señas que denotan o expresan el evento romper se acomodan de manera lineal en una especie de seriación de predicados en la que juntas proporcionan una cadena causal; es decir, primero se realiza la seña descriptiva que causa el cambio de estado y luego la seña ROMPER que tiene la finalidad de expresar dicho cambio; debido a esto el evento de romper puede concebirse como un macroevento compuesto por la suma de dos subeventos: el evento causal y el evento resultante. Esto puede observarse en los ejemplos (3–5).

 

 

 

 

 

 

 

Los ejemplos (3–5) muestran que previo a la seña ROMPER se expresa una seña descriptiva que captura el evento causante que provoca el cambio de estado del objeto involucrado. Esta seña está motivada, en parte, por la función descriptiva del evento mediante el uso de señas que captan mejor las acciones del agente como participante del evento,8 pero al mismo tiempo resultan indispensables debido a que la seña ROMPER, como tal, no expresa en sí misma información de las acciones del agente.9

Ahora bien, esto no resuelve de ninguna manera la cuestión sobre la naturaleza transitiva de la seña. No obstante, el hecho de que suceda lo mencionado en los párrafos anteriores podría ser una pista para determinar su transitividad. Por ejemplo, en la cuarta elicitación se incluyeron oraciones como el hombre rompió el plato con el machete y el hombre rompió el vaso con el martillo. Lo relevante en estos casos es que cuando se les dio información sobre el instrumento a los informantes, a diferencia de lo que podría suceder en español, consideraron necesario agregar información que especificara el evento causal (como sucede en los ejemplos (4) y (5)10). Por consiguiente, en la lsm debe aparecer una seña descriptiva antecediendo a la seña ROMPER con la finalidad de expresar la acción posible (considerando el conocimiento del mundo) que causó la alteración del objeto. Este hecho puede confirmarse en los ejemplos (6) y (7).

 

 

 

 

 

Los ejemplos (6) y (7) ayudan a reforzar la idea de que la seña ROMPER se especializa en expresar únicamente la alteración del objeto, pero no dice nada acerca de la acción que la causó; por ello es indispensable integrar a la construcción una seña descriptiva que la manifieste. Además, bajo este tenor, es posible vislumbrar que la seña ROMPER se comporta más parecido a un verbo intransitivo en estos ejemplos. Si bien es posible argumentar que esta seña puede comportarse con un uso transitivo (pese a que no nos dice nada sobre la acción que causó la desintegración del objeto), la evidencia existente permite observar que en la seriación de predicados esta seña se relaciona más con el paciente que con el agente. Considérese para ello los dos últimos ejemplos de arriba. Ambos ejemplos se obtuvieron al pedirle a los señantes que trasladaran las oraciones del español el hombre rompió la ventana con el balón y el niño rompió la ventana con la piedra a la lsm.

Por otro lado, la seña AVENTAR, aunque de naturaleza descriptiva, resulta ser un verbo direccionado que manifiesta visualmente tanto la descripción de la trayectoria del objeto como su dirección, en este sentido, su dirección obliga a que haya una correspondencia icónica-visual entre estas dos informaciones instanciadas y repartidas entre la seña descriptiva y la ubicación de la ventana; por ello, de alguna forma, la ubicación de VENTANA en el “espacio señante” debe coincidir visualmente con la trayectoria direccionada de la seña predicativa. En estos contextos pareciera que VENTANA es un participante que funciona semánticamente como meta para la seña descriptiva y como paciente para la seña ROMPER. Es decir, se trata de un tipo de construcción en la que aparentemente existen dos predicados que comparten un argumento y son precisamente este tipo de ejemplos como los de (6) y (7) los que nos permiten observar la verdadera naturaleza semántica de la seña ROMPER y los que nos permiten intuir que es un predicado intransitivo de base que expresa solamente el cambio de estado del paciente de manera súbita.

Existen más evidencias que pueden ayudar a sostener la afirmación de considerar a la seña ROMPER como un predicado intransitivo. En primer lugar, los señantes consultados, si bien aceptan construcciones como las presentadas en (8) como posibles, las consideran como emisiones incompletas o extrañas debido a que no se especifica una seña que expresa en sus propios términos “cómo se realizó o qué provocó la alteración física del objeto”. Estas reflexiones por parte de los informantes resultan cruciales puesto que están valorando no solo que a la construcción le hace falta información que debería ser expresada, sino que también reflejan que se está cuestionando el uso transitivo de la seña ROMPER (aunque ellos no entiendan en términos lingüísticos qué es la transitividad).

Recuérdese que Escobar (2016), en contra parte, presenta ejemplos parecidos a los de (8) como construcciones consideradas por sus informantes como emisiones naturales y aceptables, mientras que los que se consultan para esta investigación las consideran posibles pero “raras”. Esto me lleva a pensar que tal vez las construcciones como (8), aunque viables, se emplean bajo condiciones comunicativas muy específicas, en las que o se permite la lectura transitiva de ROMPER o en las que posiblemente se esté obviando u omitiendo la información del evento causante por consideraciones pragmáticas. Lo interesante de este hecho es descubrir cuándo y en qué condiciones se pueden usar construcciones como las de (8). Lamentablemente, tal exploración rebasa las dimensiones de esta investigación, por lo que tendrá que ser considerada en estudios descriptivos futuros. Sin embargo, en el punto 5.5 se muestran algunos contextos en los que se da este uso aparentemente transitivo.

 

 

 

La otra evidencia que ayuda, por el momento, a sostener la naturaleza intransitiva de base de la seña ROMPER es que el significado de la seña descriptiva que expresa el evento causante puede disociarse del significado de ROMPER; así como este último significado no necesariamente debe estar ligado a un evento causante que lo desencadene, dado que esta seña solo denota el cambio de estado súbito de un objeto, que puede o no ser desencadenado de manera directa por una acción previa. Es decir, el cambio de estado en este tipo de construcciones puede ser una consecuencia directa, pero no una condición subsecuente y obligada. A continuación, se muestran algunos ejemplos que sirven para ilustrar este hecho.

 

 

 

Los dos ejemplos de arriba muestran únicamente un evento causal, por consiguiente, la seña ROMPER puede o no aparecer, dependiendo de si la acción expresada por medio de las señas descriptivas provocó / desencadenó o no un cambio de estado en el objeto. Cabe mencionar que a veces, en contextos comunicativos específicos, los eventos descritos a través de las construcciones en (9) y (10) pueden implicar un cambio de estado en el objeto golpeado, pero no necesariamente; es decir, el cambio de estado no está lexicalizado ni ligado conceptualmente a la acción causal, a diferencia de lo que sucede con señas como TROZAR o DESGARRAR, en las que tanto la acción causante como el cambio de estado sí están encapsulados en ambas señas.

Por otro lado, una prueba sintáctica que puede ayudarnos a demostrar la disociación de la suma de los eventos para conformar macroeventos y que nos permite, además, demostrar la naturaleza intransitiva de ROMPER en estas construcciones es el alcance de la negación. Por ejemplo, compárense el par de ejemplos mostrados en (11).

 

(11)

 

 

 

 

Los ejemplos de (11) fueron obtenidos luego de que el señante observó dos videos con una escena en la que una persona avienta un objeto (en este caso un vaso). En uno de ellos el objeto se rompe a consecuencia de la acción de la persona y en el otro no sufre alteración alguna. Como puede observarse, la seña ROMPER en el primero aparece en su forma declarativa, mientras que en el segundo aparece acompañada (modificada) con la seña NADA para especificar que el vaso no se rompió. El contraste de los ejemplos de (11) puede servir como indicio de que esta seña está funcionando como un predicado intransitivo que expresa un único argumento paciente, puesto que no se está negando el evento causante, sino únicamente el dominio del cambio de estado. Se trata, entonces, de una seña de naturaleza intransitiva en su significado más básico que expresa el cambio de estado aparentemente súbito de un objeto.

5.3. Seña ROMPER + señas descriptivas que describen los detalles de la alteración física del objeto

Luego de exponer cómo la seña ROMPER se combina con otras señas descriptivas que expresan la acción que provoca el cambio de estado, podemos examinar los casos en los que esta seña, además, puede combinarse con aquellas que describen de manera más detallada el estado del objeto o su alteración física una vez que pasa a “estar roto”. Escobar (2016) considera este tipo de señas como especializaciones de ROMPER, tal es el caso que se presenta en la Figura 1, y que corresponde a VD.PANTALLA-AGRIETARSE.

En esta sección se muestran ejemplos en los que no se utiliza la seña ROMPER y en su lugar aparece una seña descriptiva funcionando como predicado, y también se proporcionan ejemplos en los que ROMPER se combina antecediendo precisamente a una seña descriptiva que detalla el tipo de alteración del objeto. Para obtener este tipo de datos a los señantes se les mostró una serie de imágenes en las que el objeto está roto en distintas formas, como las que se muestran en las Figuras 2, 3, 4, 5.

Por ejemplo, la construcción de (12) pertenece a la descripción de la Figura 2. En (12) la señante primero introduce al participante del evento la seña VASO; después lo presenta en el espacio. En seguida establece el estado en el cual se encuentra el vaso mediante una seña descriptiva con la mano activa (ma) glosada como ESTAR.AGRIETADO, mientras que con la mano débil o dominada (md) mantiene la representación espacial del vaso. Nótese que en este ejemplo no aparece la seña ROMPER.

 

 

 

 

 

Sin embargo, existen ejemplos en los que ROMPER aparece seguida de una seña descriptiva, como se muestra en (13); ejemplo que proviene de comunicar la información de la Figura 3.

 

 

Lo mismo pasa en (14), emisión construida con el fin de comunicar la información de la Figura 5. En (14), ROMPER precede a una seña descriptiva que expresa el estado detallado del objeto.

 

 

Lo interesante de los últimos ejemplos es que muestran que ROMPER no expresa un significado agentivo (lo que refuerza el análisis de considerarla una seña intransitiva de base) y, más relevante, tampoco expresa como parte de su significado las descripciones finas de las alteraciones resultantes de los objetos. Dicha información es expresada a través de señas descriptivas y funcionan como especificaciones de ROMPER —tal como afirma Escobar (2016) en su descripción. Cuando la sustituyen, las señas funcionan más como predicados que expresan de manera detallada el tipo de estado: rasgado, agrietado, quebrado, despedazado, etc. Pero cuando no la sustituyen y son codificadas inmediatamente después de esta seña, no es claro si se trata de una seriación de verbos o si estas últimas funcionan más bien como modificaciones adverbiales.

Por último, existen casos donde la propia seña ROMPER se ve afectada en sus rasgos configuracionales para describir de forma más precisa los detalles de la alteración física del objeto, como se muestra en (15) y (16).

 

 

 

Los dos últimos ejemplos son relevantes en tanto que manifiestan que la seña ROMPER es modificada en sus rasgos articulatorios para expresar información aparentemente adverbial que presenta los detalles finos de la alteración del objeto. Por ejemplo, (15) proviene de un contexto donde el informante observa una ventana que se encuentra en un estado muy deteriorado (véase Figura 6). En cambio, (16) proviene de un contexto donde el señante observa un video en el que el objeto es golpeado hasta quedar completamente deshecho; de ahí que en ambas emisiones la seña ROMPER sea modificada con el propósito de describir los detalles finos de la desintegración o estado deteriorado de los objetos involucrados.

 

 

A partir de la evidencia mostrada hasta ahora podemos corroborar la transitividad de la seña ROMPER como una seña intransitiva de base. No obstante, no queda claro si es una seña que expresa un evento incoativo (pasar a estar roto) o un estado (estar roto). Por eso en el siguiente punto se discutirá brevemente su naturaleza aspectual.

5.4. Aspecto léxico de la seña ROMPER

En los puntos anteriores se mostró que la seña ROMPER es un predicado de naturaleza intransitiva de base. Sin embargo, aunque podemos establecer que denota básicamente la alteración física de un objeto, no queda claro si aspectualmente se trata de una seña incoativa (puntual) o de estado. Esta sección está encaminada a discutir brevemente el aspecto léxico de esta seña.

De acuerdo con Escobar (2016) el tiempo PRESENTE es el tiempo no marcado en la lsm. Cuando una predicación está en presente, los rasgos no manuales (rnm) se manifiestan en su forma neutra: posición neutra de la cabeza y los labios. En cambio, si una predicación es interpretada en pasado y como culminada, la seña verbal es marcada con rnm que indican PERFECTIVO-PASADO. Dichos rnm consisten en colocar la cabeza desde una posición neutra hacia una posición baja, contrastante y durativa. El primero en identificar y describir estos supuestos rnm como marcas tempo-aspectuales fue Fridman (2007), quien cataloga al tiempo PRESENTE (junto con el PASADO) como IMPERFECTIVO NO-FUTURO. Este investigador además observa que cuando una seña con función verbal está marcada con el rnm de PERFECTIVO-PASADO esta sufre una modificación en su estructura silábica. Tal modificación consiste, en términos del autor, en cambiar la prominencia de “acentuación” en la estructura silábica de la seña. Así, por ejemplo, una seña que inicialmente se acentúa en su primera sílaba o en su primer segmento en tiempo PRESENTE, cuando es marcada en PERFECTIVO-PASADO la acentuación recae en su última sílaba o en su segmento final, coincidiendo articulatoriamente con el rnm que expresa dicho rasgo de tempo-aspectualidad. Es decir, la acentuación prominente en la última sílaba o último segmento de la seña coincide en armonía articulatoria con el descenso de la cabeza hacia adelante.

Ahora bien, Fridman (2005) establece que los verbos estativos en lsm no aceptan flexión de imperfectividad simplemente porque resulta redundante marcar con aspecto imperfectivo a un verbo que ya lo es. Bajo esta premisa uno podría llegar a pensar que entonces ROMPER es un verbo que pertenece a la clase de los verbos estativos y que por ello es inherentemente imperfectivo (es decir, no delimitado en cuanto a su durabilidad como evento). De acuerdo con Fridman (2005), cuando una seña catalogada como verbo estativo recibe flexión de PERFECTIVO-PASADO nos obliga a identificar y/o rastrear el punto donde se produjo el cambio de estado.

En esta visión, cualquier verbo intrínsecamente estativo que reciba la marca de PERFECTIVO-PASADO obliga al rastreo del momento en el que se produjo el cambio de estado y el resultado de combinar un verbo estativo con PERFECTIVO-PASADO da como resultado un aspecto incoativo. El autor ejemplifica este hecho mencionando el caso de la seña predicativa ESTAR.MUERTO. Para este investigador esta seña pertenece al grupo de los verbos estativos pues lo concibe como un verbo que no designa el inicio o culminación del evento. Este pareciera ser también el caso de ROMPER. Sin embargo, aquí se propone que esta seña no es una seña estativa de base y que su significado incoativo no deriva de la implementación de la supuesta marca flexiva de PERFECTIVO-PASADO.

Los ejemplos (17) y (18) pueden considerarse contraejemplos a lo establecido por Fridman (2005; 2007), ya que en ellos no aparece la marca flexiva que se está discutiendo. En dichos ejemplos la marca de PERFECTIVO-PASADO simplemente no sucede, pese a que se solicitó que el evento de romper estuviera ubicado en el pasado y concebido como ya culminado. Lo interesante de la anterior marca mencionada de PERFECTIVO-PASADO identificada por otros autores es que cuando a los señantes consultados para la realización de este trabajo se les pidió que usaran la seña ROMPER con una lectura perfectiva (puntual) o, en su caso, imperfectiva (estativa), cada uno de ellos la utilizó sin ningún rnm de tempo-aspectualidad que sirviera para establecer dicho contraste, como se muestra en (17) y (18).11

 

 

 

 

 

 

En ambas emisiones presentadas la seña ROMPER puede ser interpretada con una lectura perfectiva (incoativa: cambio de estado) y/o imperfectiva (estativa) como lo muestra la glosa. Pero lo más importante es que no aparecen marcas tempo-aspectuales claras que permitan establecer una diferencia formal relacionada o con el aspecto léxico o con el aspecto gramatical. En estos ejemplos simplemente no aparece el rnm de PERFECTIVO-PASADO que se ha asegurado debería aparecer para hacer tal distinción y, por consiguiente, el descenso de la cabeza hacia adelante no ocurre para hacer el contraste de perfectividad.12 Más aún, cuando a algunos informantes se les cuestionó sobre la adecuada interpretación de emisiones como las de (17) y (18) coincidieron en que las emisiones podrían ser interpretadas como una situación donde el objeto en cuestión había pasado a estar roto; es decir, se interpreta con una lectura incoativa.

Bajo las anteriores consideraciones, puede ser cuestionable si las marcas tempo-aspectuales que, por ejemplo, Escobar (2016) y Fridman (2005; 2007) identifican en sus trabajos, realmente existen en la lsm como unidades discretas. Lo que muestran los dos últimos ejemplos es que en la seña ROMPER, como tal, no hay una diferencia significativa que pueda considerarse formalmente como una marca de aspecto. Esto quiere decir que no existe fehacientemente un aparato formal obligatorio que nos permita disociar y distinguir tanto el aspecto léxico de base de esta seña como la identificación de su durabilidad en un determinado lapso de tiempo.

No obstante, debe considerarse que, si se toma esta seña en contextos de uso más específicos, puede tenerse un indicio sobre su aspecto léxico inherente. Por ejemplo, cuando se le pidió a cada señante que describiera lo que pasó en un video que muestra que un vaso se rompe o estalla sin causa aparente a un interlocutor, claramente se observa que lo que captura la seña es el momento instantáneo del cambio de estado, es decir, la seña en sí tiene un significado puntual y, por consiguiente, se asemeja más a un comportamiento incoativo. Esto se muestra en (19).

Contexto: Hay un fregadero, encima de este hay muchos vasos colocados boca abajo, repentinamente uno de ellos se rompe sin causa aparente.

 

 

 

En el ejemplo previo se omite el resto de la emisión para ahorrar espacio y mostrar solo el fenómeno bajo análisis. En este ejercicio los señantes capturan con ROMPER el instante en el que el vaso se rompe de la nada. De hecho, uno de los señantes utiliza, además de ROMPER, una seña descriptiva para expresar el tipo de estado resultante en el cual termina el vaso: “en pedazos”. Si bien en (19) parece que la seña se abre más13 para capturar descriptivamente el evento de romper, esto se realiza considerando la magnitud del estallido, no considerando información aspectual, lo cual es importante enfatizar.

Aunque hacen falta más pruebas formales y mayores contextos de uso al respecto, con este ejemplo se puede deducir que la seña ROMPER se comporta más como un verbo puntual y no tanto como uno estativo. Exige para satisfacer su estructura argumental de un argumento paciente, típicamente un undergoer (Van Valin, 2005). Si el señante desea expresar el evento agentivo, este tiene que agregar una seña que lo exprese (con su respectivo argumento agente), regularmente antecediendo a la seña ROMPER. Del mismo modo, si desea expresar la finura del tipo de estado resultante debe agregar una seña que exprese esta información; no obstante, el estatus morfosintáctico de esta seña descriptiva no queda claro debido a su distribución (inmediatamente después de ROMPER).

Con la evidencia mostrada a lo largo de este trabajo, se concluye, como primer acercamiento, que ROMPER es un verbo primordialmente puntual que captura súbita y repentinamente un cambio de estado. Esta propiedad permite catalogar a ROMPER como un predicado incoativo que expresa como parte de su amalgama aspectual los rasgos de –estático, –dinámico y +puntual y que, por consiguiente, no es un predicado estativo.

En contraposición, las señas descriptivas que sustituyen o que aparecen inmediatamente después de ROMPER, si se consideran como verdaderos predicados, deberían ser tratadas como estados, cuyos rasgos son +estáticos, –dinámicos y –puntuales debido a que describen, como bien señala Escobar (2016), de manera detallada y especializada el tipo de alteración en el objeto. Ambos tipos de señas, por consiguiente, exigen como único argumento un paciente (o undergoer) y, bajo esta línea, ROMPER es un verbo de valencia 1, que en términos de transitividad semántico-pragmática puede caracterizarse como intransitivo (Hopper & Thompson, 1980). Con respecto a las señas descriptivas del estado resultante, no queda claro si funcionan como predicados o como adverbios cuando acompañan a la seña ROMPER. El problema queda abierto a nuevas investigaciones.

Por último, otro aspecto importante que se debe considerar es la dependencia o relación sintáctica de la seriación entre los predicados que la constituyen, puesto que algunas de ellas comparten al argumento paciente de ROMPER. En este tipo de construcciones no queda claro qué tipo de relación y/o dependencia sintáctica existe entre ambos predicados, es decir, si se trata de una subordinación, coordinación o co-subordinación. Por el momento, solo se puede establecer que la relación y suma de predicados conceptualmente manifiestan la existencia de un macroevento que expresa una cadena de causa-resultado.

5.5. Casos peculiares del uso de ROMPER

Existen casos en los que la seña ROMPER tiene, aparentemente, un uso transitivo, como el ejemplo proporcionado por Escobar (2016), mencionado antes. Sin embargo, en los datos obtenidos por esta investigación, este uso transitivo de ROMPER sucede en contextos muy específicos que pueden ser considerados marcados en términos de la situación comunicativa donde emerge este uso. Esto sucede en construcciones interrogativas, imperativas, algunas de negación y lo que el autor designa afirmativos enfáticos. En este tipo de contextos la seña parece tener un uso transitivo sin recibir una marca especial para alterar su transitividad. Dicho uso ambivalente de la seña ROMPER podría conducir a pensar que se trata de una seña lábil, como muchos de los verbos del inglés que denotan un cambio de estado (Levin, 1993). No obstante, llama mucho la atención que en los datos de este estudio sea precisamente en contextos comunicativos más marcados en los que se suscita esta ambivalencia de la seña que aquí se analiza. Algunos ejemplos se presentan abajo.

Por ejemplo, en situaciones comunicativas en las que se enfatiza la denotación de ROMPER no es necesario que sea acompañada de una seña descriptiva que exprese la acción que causó el cambio de estado en el objeto. Es decir, se puede prescindir de esta información, como sucede también en español, en el que, si bien el verbo romper en esa lengua no lexicaliza la acción detonadora, debe estar implicada necesariamente. Un ejemplo que ilustra este tipo de construcciones se presenta en (20).

 

 

 

El ejemplo (20) se obtuvo de situaciones comunicativas en las que la enunciadora enfatiza que fue ella quien efectivamente rompió el objeto y no otra persona. Un aspecto interesante de este tipo de construcción que aquí se designa como afirmación enfática14 es que no todos los participantes del evento aparecen con el rnm de ‘cejas levantadas’ (clev),15 característica que tienen las construcciones presentativas o presentacionales en lsm (cf. Montaño, 2021). Así, solo el participante que puede considerarse el agente está marcado con este rnm para resaltar / enfatizar que se trata de la primera persona quien en realidad provocó la alteración del objeto. Otro ejemplo de ROMPER usado transitivamente se presenta a continuación en la interacción de (21).

 

 

En el diálogo presentado en (21) se observa que en la primera intervención el enunciador está haciendo una acusación directa sobre su interlocutor afirmando que él está seguro de que fue él (ella) quien rompió el objeto, pero luego este le responde enérgicamente que él no fue quien lo hizo sino otra persona. En este diálogo podemos apreciar también el uso de ROMPER funcionando transitivamente. Cabe resaltar que este tipo de contextos comunicativos resultan ser muy marcados interaccionalmente hablando. De hecho, parece ser que el ejemplo de Escobar (2016) PRO-1 VASO ROMPER[PERF.PAS] ‘Yo rompí el vaso’ puede que provenga de un contexto similar o parecido. De ahí que en dicho ejemplo, por un lado, se prescinda de la seña que expresa la acción causante y, por otro, que a ROMPER le permita en este tipo de contextos una aparente lectura transitiva.

Otra de las construcciones que resultan peculiares es el de las interrogativas. En este tipo de construcciones, esta seña nuevamente tiende a presentarse sola y con una interpretación transitiva, como se muestra en el turno A del diálogo presentado en (22).

 

 

En (22) puede apreciarse también la realización de ROMPER con una aparente interpretación transitiva. Esto mismo sucede en algunas construcciones negativas (turno B, en (22)). Otro contexto que resulta peculiar es de las formas imperativas. En este tipo de construcciones algunas veces aparece la seña ROMPER también con un uso transitivo prescindiendo de la seña descriptiva que captura la información de la acción causal, como se muestra en (23).

 

 

Sin embargo, aquí vale la pena preguntarse qué es lo que motiva que ROMPER aparezca sola en forma imperativa. De todos los ejemplos mostrados hasta ahora, en los que esta seña se utiliza con una interpretación transitiva, parece ser que las formas imperativas son las únicas verdaderas construcciones en las que esta seña se comporta como un verbo lábil; es decir, ambivalente en su transitividad. Por el contrario, en las formas interrogativas o afirmativas enfáticas parece que el contexto situacional obliga a que, por requerimientos o efectos pragmáticos, la seña aparezca sola y que se pueda prescindir de la seña descriptiva que regularmente la acompaña antecediéndola en contextos declarativos neutros. Por lo que es de esperarse que, dada esta situación, la construcción que debería presentarse como una en la que se expresa un macroevento, lo haga de manera más simplificada, donde la seña ROMPER, a pesar de que no lexicaliza la acción causante, sí la implica de alguna forma, como sucede en español y en muchas otras lenguas con los verbos de romper.

5.6. Diferencia entre cognición y lengua en eventos del tipo romper

El comportamiento lábil de la seña ROMPER, así como el de muchos verbos lábiles en otras lenguas que denotan este mismo dominio conceptual, puede explicarse a partir de un fenómeno de simplificación del macroevento romper. Aunque se puede concebir cognitivamente el evento de romper como una especie de macroevento, constituido por una secuencia de fases, sobre todo en las que estas se organizan para expresar una cadena de causa-resultado, es importante señalar que estas fases pueden ser encapsuladas, como ya se observó, por un solo predicado u omitidas (o implicadas) en determinados contextos o, por el contrario, ser expresadas de una forma más compleja lingüísticamente a través de diferentes verbos u otros elementos, como los adverbios o adjetivos o algún tipo de frase nominal, para poder instanciarlas de manera granular y detallada.

Para ser más precisos, si bien el evento de romper puede entenderse cognitivamente como un macroevento constituido por fases, en inglés, por ejemplo, lingüísticamente pueden ser expresadas o no dichas fases; como se muestra en (24).

 

 

Cuando el evento de romper abarca lingüísticamente todas las fases (causa y resultado), pueden ser expresadas en inglés como en (24h); pero si solo se expresan algunas de ellas, pueden implementarse construcciones como las de (24c-g). Sin embargo, si se simplifica aún más, puede ser expresado a través de un único predicado, como en (24a-b) y entonces es concebido más parecido a un evento simple. Es así como se pueden observar las diferencias entre el concepto romper como parte de la cognición y lo que lingüísticamente es pertinente codificar o expresar de dicho concepto.

En el caso particular de la lsm puede observarse que dicho evento se expresa típicamente en su forma más natural a través de una construcción lingüísticamente compleja mediante la implementación mínimamente de dos predicados involucrados en lo que parece ser una construcción de verbo serial, en la que la primera seña predicativa expresa el evento causal, mientras que la seña ROMPER, seguida de la anterior, expresa el cambio de estado. Sin embargo, existen otras señas descriptivas que encapsulan y/o lexicalizan en sí mismas todas y cada una de las fases que integran el evento de romper, como sucede en los casos de las señas DESGARRAR y TROZAR. Además, en ciertos contextos la seriación de predicados antes mencionada puede y debe simplificarse de tal forma que se obvia una de las fases que integran el macroevento de romper, permitiendo, por aspectos pragmáticos, omitirla.

El ejemplo (24), aunado a la noción del macroevento de romper, estaría reflejando las motivaciones de su simplificación (cf. Talmy, 2007), así como la génesis de los verbos lábiles del inglés como break, shatter, entre otros más, y, por supuesto, también de ROMPER en lsm. La hipótesis, que tendría que comprobarse en trabajos de investigación más amplios y profundos, es que la alternancia transitiva de los verbos lábiles surge precisamente por los fenómenos de simplificación de eventos, entre los que se encuentran los de romper, que conceptualmente se caracterizan por su complejidad constituida en fases, teniendo repercusiones en el nivel lingüístico directamente sobre la transitividad de algunos verbos que denotan este tipo de eventos complejos y repercutiendo también, por consiguiente, en la estructura sintáctica que los expresa en una construcción mucho más simplificada de un solo predicado y con un templete sintáctico sujeto + verbo + objeto.16 Esta hipótesis puede resultar aventurada y requiere ser corroborada, pero dada la evidencia proporcionada en este trabajo, es plausible su planteamiento; solo necesita comprobarse en futuras investigaciones y con más datos.

 

6. Comentarios finales

 

Por el momento, lo que se puede concluir de los datos aquí expuestos es que la seña ROMPER es un predicado intransitivo de base que solo expresa la fase del cambio de estado de un objeto; si los señantes quieren o necesitan expresar la fase del acto que causó dicho cambio de estado, tendrán que hacerlo mediante una seña descriptiva que la anteceda para darle sentido lógico a la seriación de predicados. Esta seña agregada, sin embargo, en ciertos contextos comunicativos puede omitirse permitiendo que el significado causativo-agentivo conferido en ella pase a ser implicado por el segundo predicando y que, por consiguiente, adquiera un uso transitivo, como es el caso de ROMPER. Si bien puede explicarse el comportamiento ambivalente de esta seña respecto a su transitividad por influencia del español, es más viable que esta ambivalencia se explique mejor a raíz del fenómeno de simplificación de fases y no por contacto de lenguas, ya que el mismo fenómeno puede observarse en otras lenguas como el inglés en verbos lábiles como break, shatter, smash.

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8. Anexo. Convenciones de transcripción

 

A continuación se presenta el sistema de transcripción. Para tales efectos se siguen las convenciones del International Handbook of Sign Language (Pfau, Steinbach & Woll, 2012).

Acrónimos y siglas

 

 

Notas

 

* Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y al proyecto “Construcciones verbales en el español mexicano” (Convem): ampliación, etiquetado y preparación para su acceso en línea (DGAPA-PAPIIT IN400118) por el financiamiento recibido para realizar este estudio. Agradezco también al Dr. Sergio Ibáñez Cerda su excelente retroalimentación. Asimismo, agradezco plenamente a los dictaminadores por sus comentarios y sugerencias.

1 En el trabajo destacan, por ejemplo, lenguas germánicas: alemán, sueco y holandés (Majid, Gullberg, van Staden & Bowerman, 2007); hindi y tamil (Narasimhan, 2007); chino mandarín (Chen, 2007); otomí (Palancar, 2007), entre otras más.

2 Van Valin (2013) menciona, por ejemplo, que en lenguas como el quechua las bases verbales denotan principalmente estados y que se requiere de un morfema ligado a la raíz verbal para dar una lectura causativa y por ende agregar al evento al argumento agente; mientras que en lenguas como el ruso y el yagua sucede un proceso a la inversa, en el que las bases verbales son inherentemente causativas y se requiere de morfología especial para construir las anticausativas. Casos en disputa se presentan con los verbos denominados lábiles, los cuales expresan ambas lecturas sin alteración o marca morfológica adicional, como sucede en muchos verbos de cortar o romper del inglés.

3 En este trabajo a los verbos descriptivos se les refiere como señas descriptivas (sd).

4 De hecho, muchos Sordos, escolarizados y competentes en el uso del español escrito, se comunican en redes sociales a través de la escritura.

5 Para conocer las convenciones de transcripción utilizadas en este artículo, véase §8. Anexo (pp. 58–59).

6 Para una revisión profunda sobre esta característica en las lenguas de señas, el lector puede consultar trabajos precursores como los de Metzger (1995) y Liddell y Metzger (1998).

7 Recuérdese que los informantes en algunos procesos de elicitación observaron esencialmente las acciones de una persona.

8 Como cuando el informante observa los videos en los que una persona realiza una serie de acciones.

9 Como en los casos en los que se pide al informante trasladar un significado de una lengua a otra.

10 Ambos ejemplos fueron solicitados en tiempo pasado y con una lectura perfectiva (el evento concebido como ya culminado).

11 Podemos asociar la diferencia de PRESENTE frente a PERFECTIVO-PASADO con la distinción aspectual entre estado e incoación. Sin embargo, es necesario esclarecer que no se está confundiendo el aspecto gramatical, que en lsm —se ha dicho— puede ser marcado con distintos rnm con aspecto léxico, de acuerdo con algunos investigadores como Escobar (2016) o Fridman (2005; 2007). La asociación que se propone simplemente obedece a que debe haber alguna marca formal de aspecto gramatical que sea propensa a combinarse con el aspecto léxico de un predicado y que, por consiguiente, existan, a su vez, restricciones para poder combinarlos en determinados contextos. En otras palabras, lo que se pretende resaltar es que el aspecto léxico de estado puede combinarse mejor con tiempos y aspectos gramaticales que se consideran como +dinámicos y –puntuales, mientras que el incoativo puede combinarse mejor con tiempos y aspectos gramaticales –dinámicos y +puntuales.

12 Aunque Fridman (2005) menciona que otro rnm que está asociado al aspecto imperfectivo es el de la “comisura de los labios retraídas hacia abajo”, en los ejemplos que aquí se muestran no es claro que siempre aparezca para poder proponer que ROMPER tiene una lectura exclusivamente estativa. Además, si ROMPER fuese un verbo inherentemente estativo resultaría redundante que estuviese marcado con dicho rnm que indica imperfectividad porque por naturaleza la propia seña ya estaría dotada de tal propiedad al ser estativa. En todo caso, si llegase a presentar este rnm de imperfectividad de manera regular para ciertos propósitos comunicativos, estaría confirmando que se trata de una seña puntal puesto que su forma no marcada parece ser el no presentar rasgos de flexión tempo-aspectual. Incluso, en su forma de citación, la seña ROMPER aparece con rnm neutros expresando un significado de cambio de estado súbito de un objeto determinado.

13 Mediante las manos, moviéndolas más arriba con mayor longitud, tensión y fuerza.

14 Este tipo de construcciones se caracteriza por esclarecer en el discurso o bien quién provocó el evento o cuál fue el evento en sí mismo que está como tema central.

15 Este rasgo se especifica en las glosas como .

16 Algo similar podría plantearse en otras lenguas en las que los verbos de romper son inherentemente intransitivos, pero que, a diferencia de la lsm, al contar con morfología de cambio de valencia, basta con agregársela para ampliar el espectro de las fases. Una ruta igualmente similar, pero con dirección inversa, podría ser planteada desde las lenguas cuyos predicados de romper son inherentemente transitivos, abarcando no solo la fase del cambio de estado sino también la fase causante. Este segundo tipo de lenguas, al verse en la necesidad de focalizar únicamente la fase del resultado, implementan una estrategia lingüística para hacerlo, como sucede en español, el cual hace uso de se para este propósito; obteniendo, por ejemplo, de una construcción transitiva como el niño rompió el vaso una construcción intransitiva como el vaso se rompió / se rompió el vaso. Es decir, para propósitos comunicativos de simplificación, se elide la fase causante.

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