LA CONSTRUCCIÓN DE SABER EN PSICOANÁLISIS:
UN ESTUDIO DE TESIS LACANIANAS ARGENTINAS
Karina Savio
Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras /
Universidad Nacional Arturo Jauretche, Instituto de Estudios Iniciales /
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Resumen
Este artículo investiga el modo en que las citas aparecen en un grupo de tesis escritas por psicoanalistas lacanianos argentinos. Nos interesa caracterizar no solamente la manera en que se manifiesta la práctica de citación en el corpus seleccionado sino también las particularidades que esta práctica presenta en su relación con el discurso psicoanalítico, dado que los rasgos discursivos de este campo no siempre coinciden con las exigencias que las instituciones universitarias demandan en torno a la escritura. Siguiendo la clasificación propuesta por Swales ([1990] 1993), elaboramos categorías de análisis más precisas que nos han permitido identificar algunas peculiaridades del psicoanálisis. En las tesis analizadas, encontramos que la interdisciplinariedad, las citas integradas y las citas textuales ocupan un lugar destacado. Asimismo, identificamos ciertas prácticas de citación –citas sin referencias, citas con límites enunciativos difusos y citas sin nexo– que no se avienen al imaginario académico.
Palabras clave: tesis, psicoanálisis, discurso académico, citación, escritura
Abstract
This paper investigates the way in which citations appear in a number of theses written by Argentine Lacanian psychoanalysts. We are interested in describing not only the way citations are handled in the selected corpus but also the characteristics of this practice in relation to the psychoanalytic discourse, as the features of the latter do not always meet the requirements of universities as regards writing. Following the classification by Swales ([1990] 1993), we have developed more precise analytical categories that allowed the identification of some peculiarities of psychoanalysis. In the theses analysed, we found that interdisciplinarity, as well as integrated and textual quotations, are all prominent features. We also identified certain practices — unreferenced quotations, quotations with diffuse enunciative boundaries, and unrelated quotations — i.e., quotations not academically related to the study subject.
Keywords: thesis, psychoanalysis, academic discourse, citation, writing
Fecha de recepción del artículo: 21 de marzo de 2014
Fecha de recepción de la versión revisada: 4 de octubre de 2014
Fecha de aceptación: 9 de diciembre de 2014
La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a:
Karina Savio
Zapiola 3577, Departamento 3, Buenos Aires
Argentina, CP 1429
karinasavio@fibertel.com.ar
Introducción
“La invención colectiva”, de esta forma se refiere Gorostiza (2001) a la producción de conocimiento en el psicoanálisis lacaniano. Producir saber en psicoanálisis, al igual que en cualquier otro campo del conocimiento, involucra la presencia del otro, en especial, en su comunicación y transmisión. De esta forma, señala Gorostiza, la investigación –pensada en términos de invención– es siempre colectiva, siempre se produce en interlocución. Pero, a su vez, producir saber en psicoanálisis requiere del otro al interior mismo de su proceso de elaboración: el psicoanalista apela a distintas voces autorizadas y legitimadas con las que se entrecruza, dialoga y construye –conjuntamente– nuevos saberes. De esta manera, la palabra del Otro, encarnado en diversos otros, puede operar como garante del decir o puede ser objeto de cuestionamiento. Desuponerle saber al Otro, en términos de Yunis (1997), es una operación medular para el desarrollo de una investigación.
Ahora bien, la apelación a la palabra ajena en la construcción de saber no es exclusiva del psicoanálisis. En efecto, es una práctica frecuente en las comunidades académico-científicas. No obstante, este campo de conocimiento, en especial, la tradición lacaniana, presenta un discurso cuya retórica se encuentra en tensión con los modos de decir académicos, lo que despierta el interés del lingüista por determinar sus peculiaridades.1 En tal sentido, las singularidades discursivas del psicoanálisis –la intrusión de la subjetividad, el empleo de un lenguaje figurado, la escritura ensayística y fragmentaria, entre otras– no siempre coinciden con las exigencias que las instituciones universitarias demandan en torno a la escritura, por lo que su estudio interroga aquello que podríamos denominar como la ‘normalización’ del lenguaje académico. Este artículo se propone, entonces, investigar un aspecto de este complejo entramado discursivo: el modo en que la palabra ajena aparece en un grupo de tesis escritas por psicoanalistas lacanianos argentinos, con el objetivo último de relevar sus especificidades. Para tal fin, en este trabajo, presentaremos, en primer lugar, los antecedentes del tema, describiremos el corpus y expondremos las categorías de análisis utilizadas. Queremos destacar que emplearemos aquí la clasificación de Swales ([1990] 1993), así como categorías propias, que nos han permitido realizar un análisis pormenorizado de los materiales. En segundo lugar, reflexionaremos sobre los resultados del análisis que hemos desarrollado, en particular, la interdisciplinariedad, el lugar que ocupa la cita integrada y el alcance del significante en las ocho tesis que hemos estudiado. Nos dedicaremos, luego, a identificar ciertas prácticas de citación propias del discurso psicoanalítico que no se avienen al imaginario académico.
Antecedentes: la palabra ajena en el discurso académico
La palabra autorizada circula en el discurso académico bajo distintas formas y modalidades, revelando en su decir diversos funcionamientos. La supremacía que esta palabra adquiere en la producción de saber se traslada a los géneros académico-científicos desde donde se la invoca con un incesante clamor, despertando en algunos investigadores la pregunta por su acontecer. La práctica de la citación ha sido, quizás, hasta la fecha, uno de los aspectos del género artículo de investigación más trabajados. Entre otras problemáticas, se han planteado distintas clasificaciones –la más conocida es la de Swales ([1990] 1993)–, se han rastreado diferencias disciplinares o genéricas (Beke, 2008; Bolívar, 2005; García Negroni, 2008; Hyland, 2000). Inclusive, siguiendo una perspectiva émica, se han realizado entrevistas a los propios escritores académicos para que ellos mismos reflexionen sobre sus motivaciones al citar (Harwood, 2008a, 2008b, 2009). La tesis –a pesar de la dificultad propia de su extensión– no ha quedado relegada dentro de este panorama, por lo que, en los últimos años, han comenzado a surgir, aunque de manera paulatina, investigaciones que analizan la inclusión de la voz ajena en la escritura de este género de posgrado (Charles, 2006; Gallardo, 2009; Petrić, 2007; Thompson, 2005; Thompson & Tribble, 2001).
El estudio de la citación es una vía de entrada para reflexionar sobre la manera en que se construye el conocimiento, en particular, en las humanidades (Bolívar, 2005). Es la inclusión de esta palabra aquello que pone de manifiesto –lo que Charles (2006: 311) denomina– la “conversación de la disciplina”: el autor ubica su trabajo en interlocución con otros investigadores del campo y en relación con el estado en curso del conocimiento disciplinar. Varios investigadores, entre ellos Hyland (2000), coinciden en acentuar que la práctica de la citación es esencial en tanto permite que el escritor ubique sus desarrollos en un contexto disciplinar mayor. De esta forma, Hyland sugiere que la referencia a investigaciones anteriores es una marca que indica la inscripción del trabajo dentro de un marco más amplio, convirtiéndose así en una pieza clave en la construcción de nuevos conocimientos. Entre otros fines retóricos, el sujeto investigador puede brindar ciertas referencias para justificar la posición adoptada, para avalar algunas afirmaciones, para evidenciar la originalidad de su trabajo y su contribución a determinada área del saber, para discutir con otros autores; propósitos que preparan el camino de la persuasión.2
En el discurso académico, referir a la palabra de un escritor autorizado en el campo del saber no es, por otra parte, ajeno a la construcción de una imagen de investigador, que, en este mismo movimiento, se manifiesta como parte integrante de la comunidad a la que alude (García Negroni, 2008; Hyland, 2000). La práctica de la citación no solamente permite el despliegue discursivo del escritor académico, sino que también lo inscribe dentro de un dominio de saber particular; lector y conocedor de las teorías, metodologías e investigaciones realizadas en el área; familiarizado con las convenciones retóricas relativas a los modos de citar dentro de la disciplina que trata. Como hemos señalado, a través de las citas, el sujeto investigador respalda, sustenta, discute su trabajo, con el propósito de persuadir al lector en su argumentación, pero, también, se presenta él mismo como investigador creíble.
Hasta el momento, ninguna investigación ha abordado las peculiaridades de la citación en el discurso psicoanalítico que circula en el ámbito universitario. Bekerman (1996) es el único autor que ha realizado un pequeño estudio acerca del uso de citas en artículos psicoanalíticos. No obstante, el modo en que Lacan apela a diversos campos del saber sin la rigurosidad propia del campo científico, su estilo hermético y la ausencia frecuente de referencias bibliográficas en sus textos son características que tensionan el decir académico que aspira a la claridad, a la precisión y a la exactitud. La influencia del estilo de este psicoanalista en la psicología universitaria argentina es lo que pulsiona el interés de este estudio.3
Conformación del corpus y aclaraciones metodológicas
Corpus
Nuestro material de análisis está conformado por ocho tesis: cuatro tesis de la Maestría en Psicoanálisis y cuatro del Doctorado en Psicología, carreras de posgrado que se cursan en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Estas tesis fueron escritas por psicoanalistas lacanianos y fueron todas las tesis que se defendieron entre 2006 y 2009 en dicha universidad. Las tesis que denominamos t1, t2, t3 y t4 corresponden a las tesis de maestría, mientras que las tesis t5, t6, t7 y t8 son aquellas pertenecientes al doctorado.
Categorías de análisis
En cuanto al abordaje metodológico, adoptaremos la clasificación de Swales ([1990] 1993). Este autor no es el primero en interrogar el empleo de la palabra autorizada en el campo académico-científico; sin embargo, la clasificación que él propone es la que mayor aceptación ha logrado dentro de los estudiosos de la retórica de las ciencias. Swales reconoce dos tipos básicos de citación: la cita integrada y no integrada. La primera es aquella en la que el nombre del autor cumple un rol gramatical en la estructura sintáctica de la cita, ya sea como sujeto, como agente, como elemento de una frase nominal, un grupo preposicional o un adjunto (Beke, 2008). En la segunda, este nombre se ubica entre paréntesis o en nota al pie; es decir, por fuera del discurso citado.
Estos modos de citar no reflejan solamente una distinción en el plano formal, involucran, también, diferencias de sentido: mientras que la cita integrada pone de relieve al autor citado4 (o también el texto citado), la cita no integrada acentúa el contenido de la referencia eclipsando la figura de quien lo postula. De allí que Thompson (2005) plantee que en la primera el foco está puesto sobre el autor y en la segunda, sobre la información.
En este artículo, hemos seguido esta clasificación, por lo que hemos distinguido las citas integradas de las citas no integradas que aparecen en las ocho tesis. Pero, por otra parte, como resultado del análisis efectuado, nos ha sido provechoso subdividir estas citas a partir de las siguientes categorías de análisis: cita textual, cita mención, cita de reformulación y cita mixta, a las que, a su vez, hemos distribuido entre aquellas que no presentan referencia alguna y aquellas que mencionan ya sea el año, el título de la publicación y/o el número de página. Veremos que este orden nos permitirá aprehender ciertas peculiaridades de la práctica de citación en estas tesis de psicoanálisis.
Las citas textuales son aquellas que reproducen las palabras de otro autor respetando el principio de literalidad. Las palabras citadas son, entonces, extraídas de otro texto, por lo que deben seguir al detalle el original.
(1) |
“El Lacan lingüístico es de hecho un Lacan matemático” (MILNER 1995: 101). [t2] |
Las citas mención son aquellas en las que el tesista realiza una mera referencia sobre algún autor, concepto o algún otro texto, sin detenerse puntualmente a desarrollarlos.5
(2) |
Esos reproches permanecen durante mucho tiempo escondidos (…) –cf. el ejemplo freudiano del Hombre de las ratas–. [t6] |
En las citas de reformulación, por su parte, el texto citado o reproducido es adaptado a la nueva situación de comunicación. El autor crea un nuevo texto, priorizando el contenido del original, sin atender –al menos de manera explícita– al modo en que las palabras citadas fueron enunciadas anteriormente. Estas citas pueden o no aparecer con un verbo introductorio.
(3) |
Para finalizar su escrito, Mazzuca examina la posición de Lacan acerca de los fenómenos elementales a través de seis puntos. [t2] |
Las citas mixtas se emplean, por último, cuando se agregan o anteponen a una síntesis, comentario o resumen las palabras textuales del autor.
(4) |
Para Freud este fenómeno tiene un carácter “de relativa urgencia” y debe ser ampliado. [t3] |
La palabra ajena en las tesis
La apelación a otros campos del saber
Antes de presentar los resultados de nuestro estudio, nos interesa realizar un breve recorrido sobre cómo aparece la interdisciplinariedad en las tesis seleccionadas. La relevancia de este análisis se debe a que el psicoanálisis nace en relación con otros campos del saber. Freud, médico neurólogo de profesión, recurre a otras fuentes de conocimiento en la producción de su novedosa teoría del inconsciente. Lo mismo sucede en el pensamiento lacaniano, que se presenta en permanente interlocución no solamente con otros psicoanalistas, sino también con referentes de otras disciplinas. No sorprende, entonces, encontrar que los maestrandos y los doctorandos de nuestro corpus introduzcan numerosas citas provenientes de autores no psicoanalistas para legitimar sus investigaciones.
En la Tabla 1 presentamos los porcentajes relativos a la frecuencia de aparición de citas a autores psicoanalistas y de citas a autores provenientes de otros campos.
Tabla 1. Porcentajes relativos a las citas a autores psicoanalistas y no psicoanalistas
Cita |
Tesis |
|||||||
t1 |
t2 |
t3 |
t4 |
t5 |
t6 |
t7 |
t8 |
|
Autores psicoanalistas |
92% |
97% |
85% |
68% |
57% |
52% |
66% |
87% |
Autores no psicoanalistas |
8% |
3% |
15% |
32% |
43% |
48% |
34% |
13% |
En esta tabla, se comprueba, entonces, la centralidad que adquieren diversos campos de saber al momento de producir conocimiento en psicoanálisis. No obstante, encontramos en este punto una diferencia marcada entre las tesis de maestría y las tesis de doctorado: en las últimas los porcentajes tienden a incrementarse de manera significativa.
Revisemos estos resultados deteniéndonos en cada una de las tesis. La maestranda de la primera tesis se apoya en la psiquiatría, la filosofía, la lingüística y la literatura en el desarrollo de su investigación, pero estas referencias se reducen aproximadamente a un 8% del total. En la segunda tesis, solamente hay tres alusiones al campo psiquiátrico, lo que constituye alrededor de un 3% del total. Este porcentaje crece en la tercera tesis (15%), aunque la mayor parte de estas referencias –vinculadas principalmente a la filosofía y la crítica literaria– se ubican en el epílogo del trabajo. El mayor porcentaje se corresponde con la cuarta tesis (32%). Señalemos que en este caso el maestrando es un psiquiatra psicoanalista, por lo que remite a diversos psiquiatras, entre otros autores, a lo largo de su investigación.
Distinto es el caso de las tesis de doctorado. A diferencia de las tesis de maestría, la quinta y la sexta tesis poseen un espectro más amplio y diversificado de referencias provenientes de otros espacios del conocimiento. Mientras que en la quinta tesis se incorpora la palabra autorizada de epistemólogos, científicos, filósofos, escritores, críticos literarios, entre otros, conformando alrededor de un 43% de las referencias, en la sexta tesis, además de filósofos y escritores, el tesista convoca a matemáticos, lógicos, físicos, historiadores de las ciencias duras, en un 48%. En la séptima tesis, el porcentaje de referencias extraterritoriales es un poco menor (34%) y se apela aquí a las voces de historiadores, pintores, mitólogos, psicólogos no psicoanalistas, antropólogos, filósofos, lingüistas. Por último, en la octava tesis, el nivel de referencias desciende (13%), principalmente, porque es una tesis que estudia las controversias entre Freud y Lacan sobre las fobias, pero, igualmente, introduce la palabra de filósofos, físicos, semiólogos, psiquiatras, sociólogos, lógicos, entre otros.6
Las citas integradas y no integradas
Ahora bien, en relación con los tipos de citas que estas ocho tesis incluyen, nuestro estudio comprueba que la cita integrada es aquella que predomina ampliamente, sin distinción entre las tesis de maestría y las tesis de doctorado. Volquemos los resultados en las siguientes tablas:
Tabla 2. Frecuencia de aparición de citas según las tesis7
Tesis |
Citas integradas |
Citas no integradas |
||||||||||||||
Textual |
Reform. |
Mixta |
Menc. |
Textual |
Reform. |
Mixta |
Menc. |
|||||||||
cr |
sr |
cr |
sr |
cr |
sr |
cr |
sr |
cr |
sr |
cr |
sr |
cr |
sr |
cr |
sr |
|
t1 |
137 |
9 |
30 |
5 |
62 |
6 |
8 |
4 |
44 |
4 |
32 |
4 |
11 |
- |
3 |
- |
t2 |
6 |
1 |
23 |
7 |
18 |
- |
18 |
1 |
1 |
- |
5 |
- |
- |
- |
10 |
3 |
t3 |
49 |
- |
44 |
14 |
26 |
- |
28 |
2 |
27 |
- |
10 |
- |
- |
- |
9 |
- |
t4 |
1 |
2 |
73 |
90 |
14 |
- |
3 |
10 |
- |
3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
t5 |
47 |
13 |
45 |
48 |
49 |
3 |
2 |
9 |
55 |
3 |
2 |
- |
- |
- |
1 |
1 |
t6 |
76 |
15 |
208 |
59 |
154 |
8 |
21 |
12 |
12 |
- |
38 |
- |
3 |
- |
24 |
- |
t7 |
21 |
6 |
48 |
23 |
90 |
- |
27 |
3 |
16 |
- |
2 |
- |
2 |
- |
- |
4 |
t8 |
40 |
1 |
185 |
31 |
105 |
- |
36 |
1 |
42 |
- |
19 |
- |
1 |
- |
1 |
- |
Tabla 3. Porcentajes relativos a la aparición de citas integradas y no integradas
Tesis |
||||||||
t1 |
t2 |
t3 |
t4 |
t5 |
t6 |
t7 |
t8 |
|
Citas integradas |
72.7% |
79.6% |
77.5% |
98.5% |
77.7% |
87.8% |
90.1% |
86.4% |
Citas no integradas |
7.3% |
20.4% |
22.5% |
1.5% |
22.3% |
12.2% |
9.9% |
13.6% |
De estas tablas, se desprende, entonces, el alto porcentaje de citas integradas en estas tesis, lo que nos permite señalar –como una primera aproximación– el prominente nivel de visibilidad que adquieren los autores citados en estos discursos académicos.
Estos primeros resultados condicen con la importancia que adquiere en las distintas escuelas psicoanalíticas los diferentes autores y sus posiciones teóricas. A pesar de que estas escuelas comparten una gran cantidad de términos, estos no siempre adquieren la misma significación. Aún más, en la obra de Freud, al igual que en la de Lacan, un mismo concepto adoptará diversos sentidos según el momento teórico en el que es enunciado. Al introducir una referencia, es relevante, pues, que los tesistas ubiquen en primer plano la figura de quien es citado; figura que, en la mayoría de los casos, aparece gramaticalmente en el lugar de sujeto. Pero, además, al igual de lo que Hyland (2000: 36) señala para los artículos de filosofía, estas preferencias en el modo de citar permiten que los tesistas-psicoanalistas no solamente atribuyan cierta teoría o análisis a determinados autores sino que también construyan el conocimiento en diálogo con ellos. De esta forma, los tesistas desarrollan su argumentación comentando, analizando, discutiendo en interlocución con un otro legitimado en la comunidad psicoanalítica, consolidando así su propia autoridad. El predominio del empleo del presente en los verbos utilizados en estas citas, al decir de Hyland (2000: 36), enfatiza la dimensión inmediata del discurso referido del otro, contribuyendo, de esta manera, a la dimensión dialógica de la argumentación.
El valor del significante
El significante es para el psicoanálisis el instrumento por excelencia, ha sido puesto en valor por Freud en el surgimiento de la disciplina. Es la palabra de Ana O., aquella que es escuchada por primera vez, lo que marcará un salto en el modo de pensar la histeria.8 Esta palabra será, también, adoptada por Lacan, reformulada a partir del algoritmo saussureano, palabra que ha sido, es y será el material del tratamiento psicoanalítico.9
Esta importancia del significante, el valor que adquiere para el psicoanálisis, será tal vez el motivo por el cual no resulten sorpresivos los resultados de la Tabla 2, que muestra la distribución de las referencias que encontramos en las tesis entre citas textuales, de reformulación, mixtas o mención. Si reunimos en una misma categoría las citas textuales y las citas mixtas, por un lado, y las citas de reformulación y mención, por el otro, observamos, entonces, la importancia que las primeras adquieren en siete de las ocho tesis. En la primera, la quinta y la séptima tesis, las citas textuales y las mixtas son aquellas que predominan. En la primera tesis, hallamos 273 citas del primer grupo y 86 del segundo. En la quinta tesis, encontramos 170 citas del primero y 108 del segundo. En la séptima, por último, advertimos 135 del primero y 107 del segundo. En la tercera tesis, las citas textuales y mixtas son superadas por el segundo grupo por una mínima diferencia (102 a 107). En la segunda, la sexta y la octava, son alcanzadas por las citas de reformulación y las de mención, pero las citas textuales y mixtas presentan valores altamente significativos. En la segunda tesis, el primer grupo presenta 26 citas, frente a 67 del segundo. En la sexta tesis, identificamos 268 citas textuales y mixtas y 362 citas de reformulación y mención. En la octava tesis, 189 citas forman parte del primer grupo y 273 del segundo. Únicamente es en la cuarta tesis en donde estas citas no tienen una presencia fuerte: aparecen solamente 20, frente a 176 citas del segundo grupo.
La inclusión de la palabra ajena en su versión original está en consonancia, entonces, con el valor que adquiere el significante en el discurso psicoanalítico. Recordemos que el discurso referido directo aspira a la precisión, a eliminar las impurezas o distorsiones que el discurso indirecto aparentaría introducir (Reyes, [1993] 1995). De esta forma, los discursos de los tesistas se asientan sobre una reproducción que se pretende veraz y exacta. De allí en más ellos podrán luego comentar, discutir, analizar o sustentar sus propias reflexiones. O, inclusive, podrán optar por el silencio, dejando que sea el otro quien enuncie o afirme. Esto es explicitado en t2:
(5) |
Es nuestro propósito leer a los colegas con el mayor de los respetos por aquello que han escrito, intentando ser fieles a sus letras. 10 [t2] |
Es tal la centralidad que adquieren las referencias textuales que comunicaciones personales provenientes de la oralidad son, en dos de las tesis, reproducidas utilizando tal formato. De esta forma, la incorporación de este tipo de comunicaciones, frecuentes también en otras disciplinas, se produce a partir de citas literales. Veamos un ejemplo:
(6) |
Verónica Becher, investigadora en teoría de la información algorítmica, preguntaba hace unos años al autor de este estudio: “El discurso de la matemática busca reconocer la contradicción para explicarla y luego eliminarla. ¿Pareciera que el discurso del psicoanálisis busca en cambio explicar la contradicción, pero no eliminarla?” Respuesta: sería exactamente ésa nuestra conducta, y éticamente justificable, si al eliminar la contradicción se eliminara el sujeto. Por razones que veremos luego es conveniente dejar esta respuesta en condicional. [t6] |
Observamos en este caso que el tesista opta por la cita textual para remitir a la voz ajena. Este recorte podría considerarse de naturaleza oral, ya que la pregunta formulada no presenta indicios de haberse realizado por escrito. La afirmación que constituye la primera parte del ejemplo legitima, a partir de la palabra de una “investigadora en teoría de la información algorítmica”, lo que el tesista se encuentra desarrollando, pero, a su vez, la pregunta –que se corresponde con la segunda parte de la referencia– es habilitadora y funciona como puente para que el tesista se adentre en una nueva temática que será abordada en las siguientes páginas. Aquí el discurso directo funciona apelando, por un lado, a la veracidad del referente y, por el otro, como recurso que ameniza la lectura.
El valor que el significante original adquiere en estas páginas académicas se materializa, también, en el uso de citas textuales muy extensas, que, en algunos casos, llega a límites singulares. A excepción de la cuarta tesis, en la que, como ya mencionamos, el maestrando hace un uso exiguo de este tipo de citas, en las demás investigaciones encontramos un elevado número de citas textuales de amplia longitud. En la segunda y la tercera tesis, las citas más extensas que hallamos ocupan 13 y 14 renglones, respectivamente. El maestrando de t2 tiende a emplear largas citas textuales al remitir a la palabra de Lacan. En el caso del maestrando de t3, la cita de mayor longitud (como establecimos, de 14 renglones) abarca la mitad de una página. En las tesis t5, t6 y t8, advertimos citas textuales que comprenden casi una página íntegra. Es interesante destacar que la tesista de t8 –a pesar de emplear citas muy extensas– advierte que esta extensión no es apropiada para el género:
(7) |
Si bien el párrafo trascripto es extenso para la tesis, es inestimable su valor para la síntesis que produce respecto de las distintas formas que ha tenido de abordar el problema del síntoma. 11 [t8] |
Por último, los tesistas de la primera y la séptima tesis no se incomodan en incorporar referencias cuya extensión llega a desplegarse a lo largo de dos páginas. Vemos, en el caso de la séptima tesis, que la cita textual más extensa es una referencia directa de una obra célebre de Freud, Tótem y tabú, conocida por todos los psicoanalistas. Aquí el tesista selecciona el núcleo central del mito y lo plasma textualmente en su tesis. Podría pensarse que el tesista incluye estos párrafos a fin de realizar, posteriormente, algún análisis crítico sobre ellos. Sin embargo, cuando el doctorando retoma nuevamente su propia voz no evalúa el tramo recortado sino que efectúa una síntesis del mismo.
Finalmente, en algunos casos, se puede identificar cierta relación entre el tipo de cita empleada y el autor citado. Por ejemplo, en la tesis t2 las citas de Lacan suelen ser introducidas como citas textuales o citas mixtas, mientras que las de Freud, como citas mención o citas de reformulación. En la tesis t3, por otra parte, observamos que el maestrando opta por reproducir literalmente la palabra de Ferenczi, psicoanalista húngaro, y reformular la de Freud.
(8) |
Ferenczi observa en sus pacientes un permanente intento por recuperar esa parte perdida de su ser: “la personalidad estallada y sin defensa por el sufrimiento y el envenenamiento, intenta una y otra vez, pero siempre sin éxito, reunir las diferentes partes de sí misma en una unidad (…)”. [t3] |
(9) |
Freud refiere el caso de un niño entre los 3 y 4 años de edad que observa los genitales femeninos de una niña mayor que él. [t3] |
Un decir a medias
Ya hemos advertido al comienzo del artículo que el discurso académico y el psicoanalítico son dos discursos que se presentan en tensión. Para el caso de las citas, nos encontramos que ciertas prácticas de citación reflejan esta tensión, ya que
–acercándose al imaginario discursivo psicoanalítico–12 estas prácticas se distancian de la ‘normativa’ académica.13 En los siguientes apartados, desarrollaremos tres casos que desnudan un fragmento de esta compleja relación.
Citas sin referencia
La relevancia que adquiere la palabra ajena autorizada y legitimada en el campo en estas tesis de psicoanálisis se trasluce, como manifestamos, en el uso de citas textuales y de citas mixtas que tienen, entre otros fines, el propósito de apelar a la exactitud de la referencia, de lo que el otro dijo. Es interesante observar, entonces, el porcentaje significativo de citas en las que no figura referencia alguna. Solo el nombre del autor que se cita, sin rastros del año o del texto al que se alude. La tesis que presenta el menor porcentaje de citas sin referencia es la tesis ocho (7.1%), seguida por la tesis tres (7.6%) y la tesis uno (8.9%). Luego, el porcentaje asciende a 12.9% para la tesis dos y 14.9% para las tesis seis y siete. Las tesis que presentan el mayor porcentaje son la cinco, con un 27.7%, y la cuatro, con un llamativo 53.6%.14 Esta práctica –poco habitual dentro de los claustros académicos y que, por lo general, tiende a limitarse a los referentes máximos de una disciplina– es frecuente en la retórica lacaniana. Tal es así que Lacan, tanto en sus seminarios como en sus escritos, omite precisar –a veces, adrede– la referencia a la que está aludiendo.
Uno podría sospechar, en principio, que la ausencia de referencias se encuentra en su gran mayoría en citas de reformulación. Así ocurre en este ejemplo:
(10) |
El objeto “a” además de ser sustituto de la Cosa, es también objeto de la pulsión. Entre ellas, la pulsión invocante y del objeto voz, subrayada por Lacan como la más cercana a la experiencia inconsciente.15 [t4] |
Sin embargo, advertimos que también esta omisión sucede en citas textuales y, en menor grado, en citas mixtas.
(11) |
El carácter literal de la ciencia así formulada, le sirve a Lacan para precisar una teoría que resalte un sujeto “sin marcas cualitativas de la individualidad empírica, ni propiedades de un alma, ni un sí mismo, ni reflexividad, ni conciencia”. [t5] |
Se podría pensar que esta ausencia se atribuye a que los tesistas citan textos, conceptos o desarrollos teóricos que se entienden compartidos por la comunidad psicoanalítica. En estos casos, los tesistas le suponen un saber al lector y desestiman, entonces, la necesidad de incluir las referencias pertinentes. Por lo general, esto ocurre con la obra de Freud. Un ejemplo de ello es:
(12) |
Freud compara la apuesta del análisis a una partida de ajedrez, en la que sólo las aperturas y los finales pueden ser objeto de una exposición sistemática exhaustiva. [t2] |
En tanto esta analogía freudiana es una analogía muy citada por los psicoanalistas, el maestrando opta, entonces, por no especificar la fuente.
No obstante, no todos los saberes de los autores que los tesistas citan son necesariamente conocidos por la comunidad psicoanalítica, por lo que la ausencia de referencias pone al lector en una situación de desventaja frente a lo que lee, si pretende verificar la fuente:
(13) |
En cambio para Kant verdad o ilusión sólo hay en los juicios sobre el objeto en tanto es pensado. [t5] |
En algunos casos, inclusive, la referencia tampoco se incluye en la bibliografía final:
(14) |
La función de “purificación de afecto” (Aristóteles) y de apertura de fuentes de placer en la Tragedia/Drama/Comedia para el espectador adulto ha de situarla Freud en el niño que juega. [t1] |
En esta tesis, la maestranda no incorpora la obra de Aristóteles en el listado bibliográfico que figura al final de su tesis. Casos similares aparecen también en las tesis cuatro, cinco y seis.
Como prácticas extremas encontramos que en dos de las tesis –t1 y t5– los tesistas incluyen citas textuales sin señalar a quién pertenece la voz de quien las enuncia. Presentemos un ejemplo:
(15) |
El deseo del analista que conjuga el análisis del analista, su práctica, sus supervisiones y lecturas, es la guía de una acción que no halla en la teoría una garantía absoluta. “Freud preferiría renunciar al equilibrio entero de su teoría, antes que desconocer las más pequeñas particularidades de un caso que la pusiera en tela de juicio, es decir que si la suma de la experiencia analítica permite desprender algunas formas generales, un análisis no progresa sino de lo singular a lo singular.” [t5] |
Esta despreocupación por incorporar cierta precisión en las referencias de las citas se advierte, por otra parte, en el espacio marginal donde estos datos son alojados. Esto ocurre en la tesis seis, en la que el doctorando opta por incluirlos en nota al pie, es decir, por fuera del cuerpo principal del trabajo.
(16) |
Esa división suele no ser evidente, y muchas veces hay que deducirla a la manera de Freud cuando habla de un “sentimiento inconsciente de culpa”, designación que aunque le parece “psicológicamente incorrecta”,18 refleja bien la escisión estructural que signa al neurótico: “…una conciencia de culpa de la que él nada sabe; vale decir, una conciencia inconsciente de culpa”.19 [t6]* |
En este ejemplo, se observa que el doctorando emplea notas al pie para precisar las fuentes. En este caso, ambas notas al pie reenvían a diferentes textos de Freud.
En las tesis uno, cuatro y ocho, las notas bibliográficas están todavía más alejadas del texto principal, ya que se ubican al término de las tesis.
(17) |
Entendiendo estructura en su relación con la práctica analítica, “una estructura es constituyente de la praxis llamada psicoanálisis”. [t8] |
De esta forma, si el lector está interesado en saber a quién pertenece esta cita, debe ir al final de la tesis en su búsqueda.
Por último, queremos señalar, siguiendo esta misma línea de lectura, que en la mayoría de las citas textuales de las tesis uno, cuatro y cinco no se especifica el número de página:
(18) |
En Radiofonía (1973), Lacan plantea que el mito es la “forma épica como opera la estructura”. [t5] |
El tesista no precisa, entonces, en qué página del texto se encuentra esa definición de mito de Lacan.
¿Quién habla?
Hemos destacado que las citas integradas constituyen el tipo de cita que los tesistas-psicoanalistas emplean con preferencia, lo que revela el alcance que se le atribuye a la voz del autor citado en estas ocho tesis. Es interesante, entonces, encontrar que en algunos fragmentos de las mismas se advierte cierta confusión respecto de quién habla. En efecto, en algunos momentos de estas tesis el límite entre la voz citada y
la voz citante se desdibuja. Si bien esta confusión podría atribuirse a dificultades
en la escritura, su persistencia a lo largo de las tesis nos conduce a pensar que es, en verdad, un rasgo característico del psicoanálisis lacaniano. Veamos algunos ejemplos.
En uno de los apartados de la tesis cinco, el tesista comienza refiriéndose a la palabra de Latour:
(19) |
Latour (1984) acentúa que el acto de percibir está constituido por fuerzas sociales predominantes. Propone eliminar V o F de la práctica científica y sostiene que la práctica produce naturaleza y sociedad. Dice que hemos renunciado a utilizar expresiones tales como “se descubrió la sustancia” haciendo un bio ensayo (…). [t5] |
Luego, el siguiente párrafo señala:
(20) |
Es difícil formular descripciones de la actividad científica que no conduzcan a la impresión de que la ciencia sólo trata la cuestión del descubrimiento, en vez de acentuar la creatividad y la construcción. [t5] |
Uno podría creer en este punto que es el tesista quien realiza esta afirmación. Sin embargo, dos párrafos más adelante el lector descubre que la voz de Latour es aquella que habla:
(21) |
Una vez resuelta la controversia, se considera que la realidad es la causa de esta resolución. Para nosotros, agrega, la realidad es la sombra de la práctica científica (invierte a Platón). [t5] |
Vemos aquí, por un lado, que el verbo agregar marca la presencia de un discurso referido indirecto y, por el otro, que el tesista incorpora los comentarios personales a través del uso del paréntesis.
Ahora bien, ocho párrafos más adelante el tesista recupera su propia voz:
(22) |
Considero que ciertas afirmaciones de Latour pueden ser en extremo interesantes para pensar cómo un autor absolutamente revulsivo para la epistemología tradicional, tiene ciertas coordenadas de intersección con algunas cuestiones que hacen a los problemas del psicoanálisis.16 [t5] 16 |
El empleo de la primera persona del singular señala, entonces, el cambio de enunciador; cambio que, a nivel tipográfico, es reforzado por el empleo de la itálica.
Otro caso en el que se confunde la voz citada y la voz citante ocurre en la tesis uno, en la que en diversas citas textuales la maestranda abre comillas para dar paso a la palabra ajena, pero, finalmente, no las cierra:
(23) |
Jerusalinsky dice: “El niño por su posición en la estructura recibe por parte del adulto la incesante demanda de trazar el límite respecto a su posición de suficiencia o insuficiencia ¿Puede / no puede? Pero cuando existe una falla simbólica, real o imaginaria este límite se reduplica en su vacilación y dificultad de trazado en un niño con problemas en el desarrollo. Nosotros planteamos que: Los bordes no trazados en el cuerpo o trazados con vacilante dificultad obstaculizarían la transferencia de pulsión de muerte. [t1] |
El adoptar la voz ajena como propia se manifiesta en otros momentos de estas tesis –t1 y t5– cuando los tesistas citan la palabra ajena para legitimar sus trabajos. Una ilustración de este caso es:
(24) |
En este trabajo de tesis, (…) “Vamos hablar (sic.) de un problema: el problema es el desarrollo infantil. (…)” [t1] |
La tesista introduce aquí una cita que se extiende a lo largo de una página; cita que no es posteriormente ni retomada ni comentada. De esta forma, observamos que la maestranda legitima y autoriza su propia investigación, su tesis, a través de la palabra de otro psicoanalista, que opera como garante, entonces, del trabajo presentado.
En la tesis cinco, el doctorando, por su parte, plantea:
(25) |
Pero subrayo un fracaso interno en la escritura; escribir lo que no se sabe es el intento de tensar hasta el límite las palabras que “cansadas de morir, abandonan la exactitud”.55 17 [t5] 17 |
En la nota al pie 55, el tesista aclara que la cita textual original que, pertenece a Agamben, es: “abandonan toda pretensión de rigor”. Sin embargo, decide modificar una cita textual y sustituir la palabra rigor por la de exactitud, más apropiada para los fines discursivos de su investigación. De esta manera, el doctorando hace suyas las palabras del filósofo e, inclusive, no se incomoda al transformarlas dentro de una cita textual.
La confusión sobre quién habla no solamente se pone en evidencia en la imprecisión del límite entre la voz que cita y la voz que se cita, sino también entre las voces citadas entre sí. En este sentido, en la tesis cinco nos encontramos con casos en los que el referente es confuso. Aquí el lector debe realizar un esfuerzo para determinar quién enuncia. Presentemos un ejemplo.
En un punto de uno de los apartados, el tesista manifiesta lo siguiente:
(26) |
2.5.2. Lo propio de la fundación de una discursividad es, según M. Foucault (1984), que el fundador –Marx, Freud– no forme parte del conjunto que funda. Queda afuera, en tanto autor, del conjunto del campo de saber fundado. [t5] |
En los cinco párrafos siguientes cita a Allouch (sin especificar la referencia), nuevamente a Foucault y, por último, a Lacan. Encontramos, luego, el siguiente fragmento:
(27) |
Quiere decir que Freud hizo posible cierto número de diferencias con relación a sus textos, a sus conceptos, a sus hipótesis, que depende, exclusivamente, del discurso psicoanalítico mismo. “Por consiguiente, la instauración de discursividad parece ser del mismo tipo, a primera vista en todo caso, que la fundación de cualquier cientificidad. Pero hay una diferencia y es notable: en el caso de una cientificidad, el acto que la funda está al mismo nivel que sus futuras transformaciones, de alguna manera forma parte del conjunto”.18 [t5] |
Aquel lector que conozca el texto de Foucault puede determinar con seguridad que la cita textual que aquí advertimos le pertenece. Sin embargo, el tesista no aclara que es la palabra de Foucault aquella que incorpora literalmente.
Veamos el siguiente ejemplo perteneciente a la tesis ocho:
(28) |
Freud nos puso en guardia contra la tentación de jugar al profeta: “sólo los santos están lo bastante desprendidos de las pasiones para evitar los contragolpes agresivos de la caridad”.55 [t8] |
Recordemos que en esta tesis las referencias de las citas no solamente están ausentes en el cuerpo del trabajo, sino que tampoco figuran al pie de página. El lector debe ir al final de la tesis para identificar la fuente bibliográfica. Del modo en que se estructura la oración del ejemplo (28), en particular, a través del empleo de los dos puntos, se podría suponer que la cita textual corresponde a un texto freudiano. Sin embargo, si el lector está interesado en precisar la referencia descubrirá, quizás con sorpresa, que la cita pertenece a un fragmento de los Escritos II de Lacan. Una situación similar ocurre en el siguiente recorte:
(29) |
En Radiofonía, texto correlativo a la clínica de los discursos, Lacan sostiene que “Hacer pasar el goce al inconsciente, es decir a la contabilidad es un redomado desplazamiento.” Desplazamiento de lo real del goce a lo simbólico. Como dijimos los cuatro discursos ponen en circulación la estructura, el plus de gozar es necesario para que la máquina trabaje. “La plusvalía es la causa del deseo de la cual una economía hace su principio”.239 “Es necesario decir que el deseo de ser el amo contradice el hecho mismo del psicoanalista: es que la causa del deseo se distingue de su objeto”.240 19 [t8] |
Observamos en este ejemplo que la tesista comienza citando textualmente a Lacan. Luego, aparecen otras dos citas textuales reunidas en un mismo párrafo. Sin ir a las notas al final de la tesis, uno podría conjeturar que ambas citas son citas integradas y que corresponden al texto Radiofonía. Sin embargo, descubrimos –a partir de las notas bibliográficas finales– que la primera cita es una cita no integrada que corresponde a Althusser, mientras que la segunda es una cita que sí pertenece al texto Radiofonía.
Citas sin nexo
Integrar la palabra ajena sin explicitar el vínculo que se establece entre esta palabra y el cuerpo del trabajo es otro rasgo que hallamos en algunas de estas tesis. Por lo general, esta peculiaridad ocurre en la escritura académica en las notas al pie. Así aparece en algunas de ellas. En el cuerpo de la tesis ocho, por ejemplo, la tesista manifiesta:
(30) |
Se tratará, a partir de este texto, de una clínica del goce o como él mismo lo llama: campo lacaniano.12 20 [t8] 19 |
En la nota 12, la doctoranda añade:
(31) |
“Por lo que se refiere al campo del goce, por desgracia nunca lo llamarán el campo lacaniano, porque seguramente no tendré tiempo ni siquiera de sentar sus bases, pero lo he deseado.” Lacan, Jacques (1975) [t8] |
Así, mediante esta nota la tesista valida –con una cita de autoridad– su decir.
Sin embargo, la ausencia de una conexión manifiesta entre citas no queda restringida al discurso que aparece en el paratexto. Se presenta, además, al interior de estas investigaciones.
En un apartado de la tesis cinco, este rasgo cumple una función –podría decirse– de ilustración. El doctorando elabora, de esta manera, un apartado en el que fusiona la relevancia que posee la escritura ensayística para el psicoanálisis con un cuento de Saer. Recortamos aquí solo un fragmento:
(32) |
“Estábamos ahí quejándonos gimiendo moviéndonos suspirando. Uno dentro del otro, como siempre…”. (*) ¿Qué es un hombre, qué es una mujer, de qué se goza, por qué la muerte? Son algunas de las preguntas que empujan al análisis y demandan respuestas, son la carne de los padecimientos, los síntomas –que Freud comparaba con una escritura jeroglífica–. Los pensamientos descalzos chapotean en el territorio de un cuerpo sintomal, gritando verdad: los pensamientos no coinciden con el sexo! (…) “y cuando terminamos jadeando aplastados como deshechos, no habíamos avanzado mucho, estábamos igual que al principio y el punto máximo que habíamos alcanzado estaba más infinitamente cerca del comienzo de del fin”. (*) ¿Cómo decir la muerte? ¿Cómo acercarse al sexo que a ella nos lleva? ¿Cómo convivir con la muerte que lleva la vida?21 [t5] 20 |
Vemos en este ejemplo la aparición de dos voces que se suceden: la del tesista y la del narrador del cuento. De esta forma el tesista enlaza su propio discurso con algunas frases del cuento; frases que aparecen destacadas no solamente a través de las comillas sino también mediante la tipografía. En los párrafos en los que el doctorando toma la palabra, utiliza un lenguaje poético que se aviene al clima literario por él conformado.
En otros casos, se suceden citas textuales en forma correlativa sin que los tesistas establezcan vínculos entre ellas:
(33) |
Coriat E: “El uso cotidiano (del término) Discapacidad (…) se refiere a que algo falla en la capacidad de funcionamiento de una persona, ya sea en el nivel mental, motor o sensorial”, (1) (…) Lacan J, en el Seminario III sobre Las Psicosis dice: “Admitimos sin problemas que en las psicosis algo no funcionó, que esencialmente algo no se completó en el Edipo. La psicosis consiste en una falta a nivel del significante”. (3) [t1] |
Del fragmento anterior se desprende que en este caso la tesista presenta citas sin establecer nexos explícitos entre ellas.
Conclusiones
El estudio de la citación en las distintas disciplinas, señala Becher ([1989] 2001: 119), puede ser revelador, ya que permite identificar diferencias entre ellas. En este artículo, hemos profundizado en el entramado dialógico que se advierte en tesis de psicoanálisis. Nos ha interesado observar los modos en que los tesistas incorporan a sus trabajos las voces ajenas, adoptando y, simultáneamente, alejándose del imaginario académico.
En este recorrido, hemos valorado, en primer lugar, la inclusión de voces provenientes de autores no psicoanalistas en las tesis. Hemos destacado el lugar privilegiado de las citas integradas a través de las cuales los tesistas-psicoanalistas dialogan con otros autores. A pesar de que adoptan diversos tipos de citas, hemos identificado que le otorgan un valor significativo a la cita textual. Por último, hemos detectado tres casos en los que las citas se presentan en un ‘medio decir’.
La exactitud y precisión a las que se aspira en el discurso académico tensionan algunas prácticas de citación peculiares que se presentan en las tesis analizadas. En este sentido, la engañosa fidelidad que se evidencia en el uso de citas textuales no redunda, en estos casos, en una preocupación por la rigurosidad de la referencia, ni en una delimitación precisa entre la voz propia y la ajena. Tampoco se refleja en una articulación manifiesta entre el decir ajeno y el propio. Las citas sin referencia, que en algunos casos llegan a extremos insólitos para el mundo académico, la confusión entre las voces citadas y las voces citantes, y las citas sin nexo explícito aparecen en estas tesis marcando una tensión, por un lado, con este afán de literalidad y, por el otro, con el formato académico que suele figurar en los manuales de escritura y que apuntan a una clara organización textual. La invención, retomando las palabras de la introducción, es colectiva. En este contexto, es el lector quien se encuentra en una posición de desventaja. En efecto, él, al igual que el interlocutor de Lacan, debe realizar un esfuerzo cognitivo al reponer la información velada en el discurso; información que, en algunos casos, es difícil de recuperar.
Finalmente, nos interesa señalar que la tensión entre la tradición discursiva lacaniana y las demandas institucionales puede desembocar en una situación conflictiva en los casos en los que los evaluadores de las tesis pertenezcan a otras disciplinas y no estén familiarizados con la retórica lacaniana.21 Es, entonces, el director/tutor quien debe orientar al tesista al momento de la escritura de la tesis y advertir del efecto que conlleva esta discursividad.
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2 El efecto persuasivo de las citas en los trabajos científicos ha sido señalado tempranamente por Gilbert (1977). También lo ha destacado Hyland (2000).
3 Recordemos que Lacan propone su enseñanza como un ‘retorno’ a Freud, distanciándose de la psicología del yo vigente a mediados del siglo pasado.
4 El énfasis otorgado al autor estará, por otra parte, en relación con la posición sintáctica que ocupa (Hyland, 2000).
5 Las citas mención pueden incluirse dentro de las citas de reformulación. Sin embargo, para una mayor claridad expositiva hemos decidido analizarlas de manera separada. Por otra parte, las hemos denominado citas mención y no ‘citas de referencia’ para no confundirlas con la distinción entre citas con referencia y citas sin referencia que realizamos en este análisis.
6 Estos resultados concuerdan con Bekerman (1996), quien, luego de analizar las referencias bibliográficas citadas en numerosos artículos de una revista psicoanalítica lacaniana, concluye, entre otras cuestiones, que la apelación a fuentes no psicoanalíticas ocupa un lugar significativo dentro de las prácticas de citación de los psicoanalistas por él estudiados.
7 cr: con referencia; sr: sin referencia.
8 Anna O. es considerada la primera paciente del método catártico (primera nominación del método psicoanalítico). A partir de este caso, a fines del siglo xix, Josef Breuer (su médico) y Sigmund Freud comienzan a teorizar sobre la necesidad de escuchar a las pacientes ‘histéricas’, por lo que la palabra empieza a ocupar un lugar destacado y central dentro del tratamiento.
9 Lacan adopta para su enseñanza el concepto de significante de Saussure. Para él, el significante es primario y produce significado. De tal forma, el lenguaje, según el psicoanalista, es un sistema de significantes.
10 El énfasis es nuestro.
11 El énfasis es nuestro.
12 Según Lacan, el registro imaginario es aquel que tiene por función proporcionar consistencia, dar la ilusión de totalidad, de autonomía. En este sentido, consideramos que los procesos de construcción discursiva se inscriben dentro de diferentes imaginarios que restringen no solamente el contenido de los enunciados sino también las modalidades que estos enunciados adoptan.
13 Señalemos que Lacan ([1975] 2006: 38) plantea que la cita es un ‘medio decir’: algo queda por fuera de lo dicho. Es el otro (oyente/lector) quien debe realizar un esfuerzo cognitivo y poner de su parte (Lacan, [1975] 2008: 46).
14 Queremos aclarar que en este punto no hemos tomado aquellas citas que no poseen ninguna referencia inmediata, pero cuya referencia puede rastrearse en párrafos o lugares anteriores. Inclusive, en la conclusión los tesistas tienden a no incluir todas las referencias, pero en tanto estas figuran en el desarrollo de las tesis no las hemos incorporado.
15 El énfasis es del original.
16 El énfasis es del original.
17 El énfasis es nuestro.
18 El énfasis es del original.
19 El énfasis es nuestro.
20 El énfasis es del original.
21 En la defensa de una de estas tesis, uno de los jurados, proveniente del campo de la epistemología, discutió el modo ‘poco académico’ en el que estaba escrita.
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