Estudios de Lingüística Aplicada

ANÁLISIS DE OYE COMO MARCADOR SECUENCIAL
Y DE ACCIÓN EN LA CONVERSACIÓN

Ariel Vázquez Carranza

Universidad de Essex


Resumen

La presente investigación utiliza la metodología del análisis conversacional para identificar las funciones sistemáticas del imperativo del verbo oír, i.e., oye u oiga, en la conversación cotidiana. Los datos que se utilizan en esta investigación son conversaciones de audio y video en español mexicano. En este artículo se hacen observaciones sobre cómo inician las llamadas telefónicas y se ilustra cómo oye es usado para ir de los rituales del inicio de la llamada al motivo de esta. Se muestra cómo oye inicia una pre-secuencia y se identifican dos propiedades secuenciales para oye: la propiedad de continuidad y la propiedad de pertinencia. También se muestra cómo en el transcurso de las conversaciones oye se utiliza para introducir un nuevo tema a la interacción. Se argumenta que al usar oye seguido de una evaluación, el hablante dirige la atención hacia un elemento en particular, indicando sorpresa o indicando que algo está fuera de lo habitual. De igual forma se analiza oye al final del turno; en este contexto oye se acompaña de un reclamo. Se sugiere que en esta posición oye mantiene el enlace secuencial con el habla anterior.


Palabras clave: oye, marcadores del discurso, análisis conversacional, llamadas telefónicas


Abstract

The present investigation uses the methodology of Conversation Analysis to identify the systematic functions of the imperative form of the Spanish verb oír, i.e. oye or oiga in everyday conversations. The data consists of video and audio recordings of interactions in Mexican Spanish. I make observations on how telephone conversations start, showing how oye marks a shift from the rituals of telephone conversations to the reason of the call. I illustrate that oye initiates a pre-sequence and identify and discuss two properties of oye: non-terminality and conditional relevance. I show how oye is used to shift the topic of conversation. I analyse the turns in which oye is followed by an assessment, suggesting that oye is used to draw the attention to a particular element in the interaction, and to express surprise or indicate that something is not normal. Moreover, I analyse oye at the end of the turn; in this context oye is accompanied by a complaint, and is used to keep the link with the previous talk.


Keywords: oye, discourse markers, conversation analysis, telephone conversations

Fecha de recepción del artículo: 28 de febrero de 2014

Fecha de recepción de la versión revisada: 10 de octubre de 2014

Fecha de aceptación: 9 de diciembre de 2014

La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a:

Ariel Vázquez Carranza

Del Rey, 117 Ote.

Fraccionamiento Jabón Rey

Toluca, Estado de México, 50090

ariel.vazquez@hotmail.co.uk

Introducción1

“[T]he meaning of a Word is its use in language.”

Ludwig Wittgenstein (1958: 20)

 

Pons Bodería (1998) y Martín Zorraquino y Portolés (1999) señalan que los hablantes de español utilizan oye para llamar la atención del interlocutor e introducir discurso informativo relevante que el hablante desea transmitir. Por su parte, Santos Río (2003) añade que oye es una expresión de toma de contacto o como advertencia o reconvención. Dichos estudios identifican y clasifican a los llamados marcadores del discurso como categorías sintácticas y así localizan sus funciones en el habla cotidiana. Sin embargo, aún no se ha investigado a fondo la sistematicidad que tiene oye en la conversación, ni las acciones en las que esta partícula puede intervenir en la interacción social. Por estas razones recurro al análisis conversacional (ac) para poder abordar dichos temas.

Con la aplicación del ac al estudio de oye pretendo exponer las contingencias secuenciales que tiene oye en la conversación cotidiana e identificar el tipo de acciones interaccionales de las que oye forma parte. Antes de abordar el análisis de oye, presento la descripción de los datos utilizados para esta investigación, seguida de una breve descripción de la metodología utilizada y de un análisis del inicio de llamadas telefónicas, el cual resultará relevante para el estudio de oye.

 

 

Los datos

 

Los datos de esta investigación son 110 ejemplos de la partícula oye (en algunas ocasiones en su forma oiga), obtenidos de 125 llamadas telefónicas, cinco llamadas por radio y 30 horas de conversaciones en español mexicano grabadas en video. Los datos fueron recolectados de dos familias de la ciudad de Toluca, Estado de México, entre 2008 y 2009. Las llamadas se realizaron entre familiares y amigos, y los videos muestran reuniones familiares y/o de amigos. La edad de los participantes oscila entre los 25 y 65 años. Dentro de estos datos se encontraron cuatro llamadas hechas a negocios o instituciones (e.g., pizzerías o centros deportivos). Todos los nombres propios que aparecen en las transcripciones han sido cambiados.

 

 

Análisis conversacional

 

Con influencias de la etnometodología (Garfinkel, 1972), la sociología (Goffman, 1963) y la filosofía del lenguaje (Wittgenstein, 1958), el ac surge de las investigaciones realizadas por Harvey Sacks (1992) en los años sesenta. El ac busca identificar la organización estructural de la conversación estudiando minuciosamente los turnos y las secuencias producidas en el habla interaccional. De acuerdo con el ac, toda interacción es sistemática, es decir, los hablantes colaborativamente construyen trayectorias de acción que se pueden identificar gracias a la transcripción detallada de audios o videos (Clift, Drew & Hutchby, 2006; véase Sidnell & Stivers, 2013; Clift, por publicar). Para el ac, el significado de cualquier unidad gramatical, como por ejemplo oye, radica en las contingencias interaccionales que la rodean en tiempo real dentro de la conversación (Schegloff, 1996).

 

 

El inicio de llamadas telefónicas

 

Los siguientes fragmentos son cuatro inicios de llamadas telefónicas (véase el Anexo para consultar las convenciones de transcripción):

 

(1)

AVC TC90

01

M:

.h Bueno:

02

V:

.hh Hola Mari, habla Verónica

03

(.)

04

M:

Hola Vero

05

V:

Cómo estás Mari

06

M:

Bien y tú?

(2)

AVC TC6

01

I:

Bueno

02

G:

Iván?

03

I:

04

G:

st qué onda hh. qué hacen.

05

(3.5)

06

I:

qué p’so

07

G:

>Bueno bueno<

08

I:

Bueno

09

G:

Qué pasó.

10

I:

Qué. Que no me escuchas (o qué)

11

G:

No es que como que de- de repente como que este: te oías bien

12

baji::to lejos .hhh este::que:: a dónde fueron…

(3)

AVC TC39

01

G:

Bueno

02

E:

Qué pasó me dijiste que te hablara

03

G:

Sí lo que pasa es que::…

(4)

AVC TC2

01

AP:

Alberca Poseidón, buenos días

02

C:

.hhh e:: Mire hablaba para preguntar sobre los cursos de natación.

03

AP:

Ahorita no tenemos clases…

 

En una de las publicaciones clásicas del ac, Schegloff (1968) muestra las características secuenciales del inicio de las llamadas telefónicas. Él dice que una primera norma de este tipo de interacciones es: quien contesta el teléfono es quien habla primero. En la mayoría de los casos y debido al desconocimiento de quién es la persona que llama, el hablante contesta el teléfono de una manera neutral. En los tres primeros ejemplos de arriba, los hablantes usan la palabra bueno al contestar el teléfono (manera común en México) y en el ejemplo (4) el hablante usa el nombre de su organización seguido de un saludo. Esta primera unidad de habla es la respuesta al llamado, es decir, es la respuesta al timbrar del teléfono. La respuesta al llamado (e.g., bueno, diga, buenas tardes, etc.) tiene una propiedad de continuidad o de no terminalidad, que será explicada más adelante. Como podemos observar en el ejemplo (2), bueno es usado también cuando hay problemas de comunicación, líneas 06 y 07; estos turnos constituyen una secuencia de chequeo de sonido. Asimismo, bueno sirve para indicar que el hablante está del otro lado de la línea y está listo para iniciar la interacción, como ocurre en el siguiente ejemplo, línea 07:

 

(5) AVC TC14

01 G: …horita se la comunico [gusto en saludarla

02 M: [muy amable Genaro

03 M: Igualmente

04 G: Hasta luego

05 M: Adiós

06 (4) ((G le pasa el teléfono a C))

07 C: =>Bueno?

08 M: Hola Carmelita cómo estás

09 C: Bien y tú…

 

Otra característica importante del inicio de llamadas telefónicas es que hay una identificación entre las partes, la cual resulta ser relevante para dar inicio a la interacción; como se muestra claramente en los ejemplos (1), línea 2; ejemplo (2), líneas 02 y 03, y ejemplo (4), línea 01. Hay ocasiones en que los hablantes se reconocen (ya sea por la voz, la hora del día, un identificador de llamadas, etc.) y no realizan una identificación explícita, como ocurre en el ejemplo (3). En el ejemplo (4) la respuesta al llamado o al timbrar del teléfono constituye en sí misma un elemento de identificación; esta práctica es propia de establecimientos de cualquier índole o instituciones, en donde la persona que contesta la llamada lo hace representando al establecimiento o institución receptora de la llamada. En los inicios de llamadas telefónicas es común encontrar saludos, como se puede ver en el ejemplo (1), líneas 02 y 03, y en el ejemplo (2), inicio de línea 04. De igual forma se pueden suscitar otras secuencias de carácter ritual como en (1), líneas 04 y 05, en donde los hablantes se preguntan mutuamente por su bienestar o muestran interés sobre las actividades del otro, final de línea 04. Schegloff señala que una segunda norma interaccional del inicio de las llamadas telefónicas es: quien llama es quien por lo general introduce el primer asunto a tratar en la conversación; esto se puede ver en la líneas 02 de los ejemplos (3) y (4), y en la línea 12 del ejemplo (2).

Con esta concisa descripción del inicio de llamadas telefónicas se ilustra cómo este evento lingüístico se conforma por una serie de secuencias de acción (e.g., respuesta a una llamada, identificación, saludos, muestra de consideración por el bienestar del otro, chequeo de sonido, etc.), que vienen en parejas de turnos adyacentes o pares adyacentes (Schegloff, 2007), i.e., viene una después de la otra (e.g., llamado-respuesta, saludo-saludo, pregunta-respuesta). En este contexto secuencial es donde procederé a analizar oye en el habla cotidiana.

 

 

La organización secuencial de oye

 

En esta sección presento el análisis del inicio de la secuencia desencadenada por la producción de oye. Para comenzar, veamos el ejemplo (6), donde oye ocurre justo al inicio de la conversación, es decir, no hay interacción que anteceda su producción. El extracto muestra a V y a su madre (M), las dos conversadoras se encuentran en cuartos diferentes de la casa.

 

(6)

[32] Oye V11 P1 2220

01

M:

Oye Vero

02

V:

Mande

03

M:

Ven

04

( . )

05

V:

Voy espérame

 

Las dos primeras líneas constituyen una secuencia de llamamiento que consiste en un llamado seguido de una respuesta; esto es similar a lo que ocurre cuando el teléfono suena y el hablante contesta. Schegloff (1968) identifica dos propiedades para este tipo de secuencias: la propiedad de continuidad, mencionada anteriormente, que consiste en que la secuencia no se puede considerar como la parte terminal de la interacción; por el contrario, se espera que la interacción continúe. En el ejemplo (6) la secuencia de llamamiento marca el preámbulo de la solicitud desplegada en la línea 03. La segunda propiedad es la de pertinencia condicionada, la cual tiene que ver con la estructura interna de la secuencia. Dicha propiedad se refiere a que, una vez producido el primer elemento (i.e., la llamada: oye), se espera la producción del segundo (i.e., la respuesta: mande). En otras palabras, al haberse producido el primer elemento se crea el momento pertinente para la producción del segundo: la pertinencia del segundo elemento está condicionada a la producción del primero. Al haberse producido el segundo elemento, este se reconoce como perteneciente o relacionado con el primero, y si el segundo elemento no se produce, su ausencia sería notoria. Por ejemplo, si alguien nos dice Hola y no le respondemos, nuestra falta de respuesta sería notoria y representaría una falta social. El ejemplo anterior muestra claramente que oye forma parte de una secuencia de llamamiento; con los siguientes extractos de conversaciones mostraré cuáles son las implicaciones secuenciales y de acción de estas secuencias en la conversación.

 

(7)

[9] [5] Oye V6 P1 0635

[C y M son comadres, ellas usan la forma pronominal usted para dirigirse entre sí (véase Vázquez Carranza, 2009). Ellas hablan sobre el platillo de comida que M está comiendo. Raquel, quien es también comadre de C, va a celebrar su aniversario de bodas.]

01

M:

Se lo trajo su comadre,

02

(1)

03

C:

Ah la señora Raquel, no:: La señora Raquel.

04

 

(.)

05

C:

.hhh Oiga

06

M:

Mm:

07

C:

A propósito qué se les regala en unas bodas de oro

 

 

En la línea 03 del extracto (7), C niega que el platillo de comida lo haya traído su comadre Raquel, en seguida C despliega oiga, en la línea 05, que obtiene respuesta por parte de M en la línea 06: Mm. Esta secuencia de llamamiento funciona como preámbulo para la pregunta que C hace en la línea 07. En términos de la organización secuencial (Schegloff, 2007), la secuencia de llamamiento funciona como una pre-secuencia. Una pre-secuencia anticipa la producción y el desarrollo de una acción principal o acción base; en este caso la acción principal es la pregunta que C realiza. Como mencioné anteriormente, de acuerdo con Schegloff, las acciones en la conversación vienen por lo general en pares adyacentes. La pre-secuencia es, en sí misma, un par adyacente, el oiga es la primera parte del par y la respuesta es la segunda parte del par. Este ejemplo nuevamente muestra cómo oiga no solamente funciona como una llamada de atención sino que también es un indicador de que quien produce oye, en este caso oiga, propondrá un cambio en la interacción. Es decir, la pre-secuencia iniciada con oye / oiga es una llamada de atención al hecho de que habrá un cambio de actividad en la interacción. El ejemplo evidencia cómo hay una alusión a Raquel antes de la pre-secuencia. Es de notar que la nueva actividad o tema que C propone posiblemente haya sido desencadenado por la alusión a Raquel en el fragmento inmediato anterior.

En una secuencia de llamamiento la respuesta a la llamada muestra la disponibilidad del hablante a entablar conversación (Schegloff, 1968). Sin embargo, en el tipo de secuencias de llamamiento que describo aquí, cuando el hablante responde al oye no muestra específicamente este tipo de disponibilidad debido a que los conversadores ya se encuentran interactuando. Considero que, al responder al oye, el hablante demuestra su disposición de acoger una nueva actividad en la conversación o, en otras palabras, el hablante acepta el cambio de dirección propuesto por su contraparte.

No se debe pasar por alto que oye es un imperativo que literalmente pide al recipiente que oiga, es así que, al responder al oye, el hablante atiende al imperativo dando su consentimiento para continuar con una nueva acción en la conversación.

 

(8)

[77] Oye TC44

[Este extracto es una conversación telefónica. S le ha comentado a C que está pensando en reacomodar los muebles de su oficina porque a cada rato se golpea con su escritorio.]

01

S:

...unos golpazos que me acomodo que parece-.hh

02

C:

Ya me imagino

03

S:

Sí. .hh oye

04

C:

.h oigo

05

S:

Este:: mira m: fíjate que::- m: ( ) .hh .h

06

quiero comentarte una situación, lo que pasa

07

es que mi sobrino…

 

El extracto (8) constituye un claro ejemplo del despliegue de disposición a atender el habla que se avecina. Aquí el recipiente del oye responde a este con oigo. Dicha respuesta hace referencia directa a las características lingüísticas de oye; es decir, la forma de la respuesta está directamente alineada al significado imperativo de oye. En otras palabras, el hablante acepta el cambio de dirección que se ha propuesto, y de esta manera se aplica la propiedad de continuidad. Como se puede observar, en la línea 05, el hablante fija la nueva temática utilizando mira y fíjate.

Hasta ahora he argumentado que oye puede marcar el inicio de una pre-secuencia. En lo siguiente mostraré cómo en algunos casos los hablantes no se apegan de manera estricta a la propiedad de pertinencia condicionada. Por ejemplo, en el fragmento (9) se puede observar cómo M no espera la respuesta por parte de C para introducir su pregunta. En las líneas 02 y 03 la respuesta emitida por C y la pregunta que M introduce son producidas casi simultáneamente. Esto indica que el productor del oye no trata como indispensable la producción de una respuesta para la continuidad de la interacción.

 

(9)

[6] [70] Oye TC20

...

01

M:

Oye Carmelita

02

C:

Qué

[pasó?

03

M:

[tú tienes una conocida o un conocido que hace comida?

 

En ejemplos que se presentarán más adelante –véase extractos (11), (12), (15), (18), entre otros– se muestra cómo puede no existir una visible respuesta al oye, dicha ausencia de respuesta no implica ninguna responsabilidad, es decir, la respuesta al oye en estos casos no se espera. Es importante notar que esto solo ocurre cuando los hablantes ya llevan tiempo conversando, ya que, como se mostró en el ejemplo (6), cuando oye es el elemento de primer contacto entre los hablantes, sí se espera que haya una respuesta al oye para que así se pueda desarrollar la interacción. En este caso la respuesta está condicionada a la producción del oye, aplicándose así la propiedad de pertinencia condicionada. Estas observaciones sugieren que al producirse oye en la interacción, no indica necesariamente que se llevará a cabo una secuencia del tipo llamada-respuesta ya que todo depende de la posición del oye en la interacción, i.e., si oye ocurre justo al inicio de la interacción o en el transcurso de la misma. Tomando esto en consideración se puede argumentar que la principal característica interaccional de oye consta de los siguientes dos postulados. Por un lado, oye indica que habrá una propuesta de cambio de rumbo en la interacción; esto, cuando oye ocurre en el transcurso de la conversación. Por otro lado, cuando oye es el primer elemento de contacto entre los hablantes, indica que se está proponiendo el inicio de la interacción. En ambos casos, al producirse oye, el hablante dirige la atención del receptor hacia una de estas dos propuestas.

El papel de oye como un marcador de cambio de rumbo es más evidente cuando oye se produce en conjunción con otro elemento de llamado, por ejemplo, en el fragmento (10), V despliega oye seguido del nombre de uno de sus receptores, Genaro.

 

(10)

[23] Oye V9 P1 1309

01

V:

Oye Genaro,

02

( . )

03

V:

Genaro

04

G:

Qué

05

V:

no me contestó Carlos quieres hablarle

 

De acuerdo con lo que he argumentado hasta ahora, el oye en la línea 01 indica que habrá un cambio de rumbo en el curso de la conversación y que potencialmente podría ocurrir una secuencia de llamamiento. Después del silencio de la línea 02, V vuelve a formular su turno de habla pero esta vez solo produce el nombre de su recipiente (Schegloff, 2004). Esto indica que V solamente está volviendo a llamar a su recipiente, ya no vuelve a indicar el cambio de rumbo en la conversación. El nombre en la línea 01 es el elemento de llamada que selecciona al hablante a quien está dirigido el turno y el oye es el elemento que marca el cambio. En otras palabras, la línea 01 es un turno que funciona para llamar la atención; este turno está compuesto por dos elementos que hacen precisamente eso, llaman la atención. Sin embargo, cada uno de estos dos elementos tiene una función específica: marcar el cambio de rumbo en la interacción y seleccionar al recipiente.

En los datos analizados en esta investigación se identificó como recurrente (aproximadamente en 15% de los ejemplos) la producción de oye seguido de un seleccionador de recipiente (e.g., nombre) y, a su vez, este seguido de una pregunta. Es decir, el turno donde aparece oye está compuesto de oye + seleccionador de recipiente + pregunta. Véase los siguientes ejemplos.

 

(11) [64] Oye V2 P2 0833

[Los hablantes se encuentran jugando. El juego consiste en sostener un aparato que tiene la forma de estrella y da instrucciones de cómo colocarlo. Durante el extracto es el turno de I, quien ya lleva una buena racha sin cometer error.]

01 V: .hmh mira ya es experto tu hermano

02 (1)

03 M: m: le sirvió la práctica

04 V: mhm:::

05 (4) ((I continúa jugando y los demás participantes lo observan))

06 ((el aparato produce el sonido que indica que el turno ha terminado))

07 I: [hehe BRAVO::::

08 [((la gente se ríe, J y G aplauden))

09 V: =>Oye Ángel y ya sabes patinar?

10 A: ((Asiente afirmativamente))

 

(12) [27] Oye V9 P4 1802

[En el extracto, P se encuentra viendo un carrito de juguete que tiene en sus manos y ha dicho que cuando era niño siempre quiso que su padrino le regalara un juguete como ese.]

01 P: …y sí son [de fierro

02 V: [háblale a tu padrino

03 I: Ay a [poco nunca tuviste uno

04 V: [aquí toma un representante–

05 P: Ay pues sí pero yo quería que él me [regalara uno

06 C: => = [Oye Iván, .h

07 cómo te fue en la venta de tus cuadros

08 I: Pues hasta ahorita apalabrados tres y–

 

Los dos ejemplos muestran interacciones donde intervienen más de dos participantes. Para ambos ejemplos, oye marca el cambio de rumbo en la interacción; los nombres (i.e., Ángel e Iván, respectivamente) dan a conocer el recipiente de la pregunta que le sigue. Es decir, el nombre indica el hablante a quien la pregunta está dirigida, seleccionando así al hablante que hablará en seguida (Sacks, Schegloff & Jefferson, 1974). La pregunta puede considerarse como un cuestionamiento que indaga por noticias relacionadas con un elemento en particular (i.e., las habilidades de patinaje de Ángel o la venta de cuadros de Iván); Button y Casey (1985) denominan a este tipo de interrogaciones como itemised news enquiries, que funcionan como iniciadoras de un nuevo tema en la conversación.

En interacciones frente a frente, los hablantes pueden recurrir a otros medios para seleccionar al recipiente de su pregunta. Por ejemplo, el extracto (13) muestra cómo, en la línea 01, V despliega un oye, sin embargo, ninguno de los otros hablantes da respuesta visible o audible a esto. En la línea 02, V voltea a ver a R, quien en la línea 04 establece contacto visual, mostrando así atención a lo que V está diciendo o va a decir (Lerner, 2003). Es decir, V selecciona a su recipiente al voltear a verlo.

 

(13)

[40] Oye V15 P1 1323

01

V:

Oye ((mirando hacia enfrente))

02

V:

(1.5) ((mastica y voltea a ver a R))

03

V:

Y

[hoy no va a dar el Grito El Pege?

04

R:

[((voltea hacia V y atiende a lo que V dice))

05

(.5)

06

R:

Yo creo que sí

 

En llamadas telefónicas el nombre que le sigue a oye no funciona per se como seleccionador de la persona a tomar la palabra ya que los turnos de habla están distribuidos entre las dos personas en ambos lados de la línea telefónica. Lo que se identificó en el análisis es que la fórmula oye + nombre es comúnmente seguida del motivo de la llamada, por ejemplo, los extractos (14) y (15); este fenómeno lo analizaré en detalle más adelante. Mi argumento es que, al desplegar el nombre, el hablante indica categóricamente que el asunto principal de la llamada requiere la atención del co-participante.

 

(14)

[70] Oye TC20

19

M:

=>

Oye Carmelita

20

C:

qué

[pasó?

21

M:

=>

[tú tienes una conocida o un conocido que hace comida?

 

(15)

[71] Oye TC120

12

C:

=>

Oye Pedro, mira estuvo por aquí hace rato

13

el se- el contador Miguel el agente de seguros

14

P:

Ajá

15

C:

y este:: se va a comunicar contigo me permití darle

16

tus teléfonos

17

P:

ajá

 

En resumen, en esta sección presenté las características secuenciales de oye. Oye es una partícula usada para indicar que ocurrirá un cambio de rumbo en la interacción. Al hacer esto, oye trabaja como un llamador de atención. Oye puede iniciar una pre-secuencia del tipo llamamiento-respuesta. Al responder al oye, el recipiente despliega su aceptación al cambio propuesto y su disposición a llevar a cabo una nueva actividad en la interacción. En los casos en los que oye no es tratado por el hablante como la primera parte del inicio de una pre-secuencia (i.e., cuando hay una ausencia de la propiedad de pertinencia condicionada), la principal característica de oye es la de indicar el cambio de rumbo en la interacción.

Es sumamente frecuente que oye vaya acompañado de una pregunta: casi 40% de los datos sigue este patrón. Al considerar que oye marca un cambio, una pregunta parece ser la manera óptima de manejar ese cambio en la interacción. Esto debido a que el hablante, al cuestionar, no solamente se posiciona como el distribuidor de los turnos sino que, también, el hablante con su pregunta, puede proponer la actividad o el tema a tratar en la interacción.

En la siguiente sección se analiza en detalle el uso de oye en el inicio de llamadas telefónicas y de radio.

 

 

Introducción del motivo de la llamada

 

En el análisis de las llamadas telefónicas y de radio se encontró que en ocasiones oye se usa para introducir el motivo o razón de la llamada. Veamos el siguiente ejemplo, que muestra el inicio de una llamada telefónica entre las amigas M y C. M realizó la llamada y esta fue contestada por otra persona. El fragmento inicia cuando C toma la llamada después de que la persona que contestó le pasa el auricular.

 

(16) [70] Oye TC20

[M ha llamado para ver si C le puede dar el teléfono de alguien que prepare banquetes para fiestas.]

01 C: Bueno

02 M: Hola Carmelita

03 C: Hola Margarita, cómo estás?

04 M: Bien gracias, tú?

05 (.5)

06 M: oc [upada–

07 C: [También aquí hh. .hhh

08 M: Estás ocupada?

09 C: =NO MARGARITA [qué pasó?

10 M: [heheh hehe

11 C: hehe(h)vas [a ver eh?(h)

12 M: [no es que- no es que hh.

13 ya ves que luego uno está haciendo la comida

14 o así=

15 C: NO, SÍ ya la hice Margarita hehe [he

16 M: [he hehehe ehe

17 .hh >yo también ahí más o menos<

18 C: hh.

19 M: =>Oye Carmelita

20 C: qué [pasó?

21 M: => [tú tienes una conocida o un conocido que hace comida?

22 ( . )

23 C: .hh

24 M: o nada más es para uste:- para familiar hehe

25 C: para como la taquiza y eso del sábado?

26 M: Ajá

27 C: Sí

 

Después del intercambio de saludos, C inicia el ritual de preguntar por el bienestar de su contraparte (i.e., ¿Cómo estás?); sin embargo, dicha secuencia no se completa. Como se puede observar, hay una pausa en la línea 05, que M trata como algo potencialmente problemático. Es decir, como la secuencia no se completa de manera inmediata, M cuestiona sobre la disponibilidad que tiene C para hablar: ¿Estás ocupada? En la línea 09, C, de manera enfática manifiesta positivamente su disponibilidad para interactuar e invita a introducir la razón de la llamada: ¿Qué pasó? No obstante, la interacción no procede como C propone debido a que M, en lugar de responder a la pregunta, da cuenta de su propia disponibilidad para interactuar. En la línea 15, C confirma nuevamente su disponibilidad y concluye su turno con risa, la cual no solamente invita a que el otro ría también sino que además proyecta el cierre secuencial del tópico (Holt, 2010). En la línea 19, M emite oye al iniciar el turno, seguido por el nombre de su co-participante y una pregunta; esta pregunta resulta ser la razón de la llamada.

Otro ejemplo similar es el fragmento (17), en este caso se trata de una llamada por radio. Cabe mencionar que las llamadas por radio tienen la característica de que cada participante, para hablar, debe mantener presionado un botón del radio. El hablante, al soltar el botón, produce un sonido (un bip), señalando a
su co-participante que ya terminó su turno y que ese es el momento en el que su contraparte puede tomar el turno. R trabaja para una compañía de servicio de radio. En este ejemplo, M le llamó a R de parte del ingeniero Pérez para hacer una cita y hablar sobre las cuentas de radio del ingeniero.

 

(17)

[78] Oye RC04

01

R:

Hola

02

(3)

03

M:

(‘bip’) Hola qué tal, habla Mina de Transmisiones Pérez

04

de parte del ingeniero Juan Pérez .hhh me ubica? (bip)

05

R:

(‘bip’) .hh sí claro que sí cómo estás?

06

M:

=>

Bien bien gracias .hh oiga, un favorsote están llegando

07

mis recibos de de ((Nombre de la compañía)) muy muy caros .hh

08

entonces quiere platicar con usted el Ingeniero

09

para que le explique si posiblemente sea el plan o bien

10

que pueda cambiar de plan, será posible que venga el

11

día de mañana? Él ahorita anda en México y yo creo que…

 

Como se puede observar, en este ejemplo oye –en este caso oiga ocurre después de las secuencias de saludos e identificación y, al igual que en el ejemplo anterior, oye introduce el motivo de la llamada.

Los hablantes usan oye para realizar un cambio en la conversación que va del ritual de apertura a la razón o motivo de la llamada. Es importante señalar que en llamadas institucionales, como el ejemplo (17), los hablantes mencionan el motivo de la llamada de manera más directa que en llamadas comunes, i.e., entre familiares, amigos o conocidos. Esto se debe a que las llamadas comunes son más ‘personales’ en el sentido de que son interacciones entre dos individuos y no entre un individuo y una institución. Es por esto que, como se vio en el ejemplo (16), en llamadas comunes hay contingencias sociales que los hablantes tienen que atender antes de expresar el motivo de la llamada; por ejemplo, mostrar cautela ante la disponibilidad del otro para hablar. De igual manera, en llamadas comunes el que llama puede mostrar ciertas atenciones hacia el que recibe la llamada antes de introducir el motivo de la llamada; veamos el ejemplo (18). Este pasaje es el inicio de una llamada entre P y C que ocurrió a principios de año. C llamó a P para informarle que quizá él reciba una llamada de un agente de seguros. C ha estado enferma recientemente. Alguien más contestó el teléfono. Es en la línea 01 cuando P toma el auricular para contestar.

 

(18)

[78] Oye RC04

01

P:

Bueno

02

C:

Hola Pedro qué milagro

03

P:

pues milagro usted, ya está bien?

04

C:

Ya mejorcita ya:: hh..hh

05

P:

Ah

[qué bueno

06

C:

Feliz año

07

P:

Muchas gracias igualmente

08

C:

=>

.h Oye:, tu trabaje y trabaje

[verdad?

09

P:

[pues sí: : qué otra hehe

10

C:

“Qué otra me queda” dime

[heh

11

P:

[mhm

12

C:

=>

Oye Pedro, mira estuvo por aquí hace rato

13

el se- el contador Miguel el agente de seguros

14

P:

Ajá

15

C:

y este:: se va a comunicar contigo me permití darle

16

tus teléfonos

17

P:

ajá

18

C:

no sé si en la noche a casa pero

19

para que estés enterado

20

P:

 

En la línea 07 P responde al saludo y de manera recíproca da también los buenos deseos. En este tipo de secuencias lo que se puede esperar después de un igualmente es un gracias para cerrar la secuencia. Sin embargo, en lugar de eso, C –en la línea 08– produce oye, el cual potencialmente podría producirse para introducir el motivo de la llamada. En su producción, oye tiene un alargamiento de su sílaba final y es seguido del inicio apresurado de la siguiente unidad del turno. Considero que este oye es un intento de introducir el motivo de la llamada pero el hablante reorienta su turno para completar la parte ausente de la secuencia anterior. Es decir, debido a que el momento en el que C pudo haber producido un gracias ya pasó, C compensa esto al traer de nuevo a la conversación una muestra de atención a su contraparte: tú trabaje y trabaje, ¿verdad? Después de que esta nueva secuencia llega a su cierre en la línea 11 y de que P orienta la conversación a la producción del motivo de la llamada con dime, C despliega otro oye que marca con éxito el cambio de actividad al introducir la razón de la llamada.

Los ejemplos anteriores muestran que oye se utiliza para ir de los rituales iniciales de las llamadas telefónicas (i.e., secuencias de saludos y secuencias de ¿Cómo estás?) al motivo de la misma. A continuación mostraré ejemplos de otra acción realizada con oye.

 

 

Cambio de tema

 

Como hemos visto, oye ocurre no solamente al inicio de las conversaciones sino también en el transcurso de ellas. Como ejemplo veamos los siguientes fragmentos. En el extracto (19) los hablantes se encuentran jugando cartas. V, G y M hablan acerca del tipo de maestros que son contratados en la universidad mientras J revuelve la baraja.

 

(19)

[12] Oye V7 P1 3350

01

V:

o sea para empezar tienes que ser universitario

02

o sea estudiar en la universidad o no?

03

(.5)

04

M:

Sí ((dirige su mirada hacia G))

05

G:

pues sí

06

(.5)

07

G:

Aunque bueno luego hay maestros que no estudiaron

08

[en la universidad

09

V:

[Sí por eso pero ps:- ( )

10

M:

de preferencia, o sea tienen preferencia

11

V:

((toma agua del vaso)) >mhm mhm<

12

M:

=>

Oye tía, por qué hay cinco aquí?

13

V:

ah porque yo ya puse mis fichas,

14

y están la cuatro anteriores y la mía

15

o sea que nadie ha puesto

16

M:

o sea cómo? tenemos que poner ahí?

17

V:

mhm…

 

En las líneas que van de la 01 a la 11 podemos observar que los conversadores despliegan secuencialmente acuerdos y desacuerdos entre ellos acerca de los maestros universitarios. V y M están de acuerdo en que los maestros tienen que ser universitarios, sin embargo, G en la línea 07 muestra un ligero desacuerdo. De manera conjunta, V y M responden a este desacuerdo en las líneas 10 y 11. En la línea 12 M despliega oye tía seguido de una pregunta relacionada con el juego de cartas. Al hacer esto, M está proponiendo un cambio de tema y a la vez marca un cambio de dirección que interrumpe y elimina el desarrollo de la secuencia anterior, la del desacuerdo de G. Este es un ejemplo de cambio de tema en la conversación cuando el tema resulta problemático (Sacks, 1992; Jefferson, 1984), en este caso lo problemático es el desacuerdo entre los conversadores.

El ejemplo (20) es una conversación telefónica. R regresó recientemente de sus vacaciones en la playa, donde se quemó la piel con el sol. En la conversación previa a este extracto, G mencionó sus planes para esa tarde.

 

(20)

[62] oye [TC13 AVC]

01

R:

Sí ahorita yo me voy a encremar todo

02

G:

por qué

03

(1)

04

R:

pues para que no se me: reseque tanto la piel

05

G:

A:::h

06

R:

por la quemada

07

G:

=>

.hh oye y ya mañana entras

08

R:

A::y: sí::

09

(1)

10

R:

Qué hueva

 

G inicia una secuencia de reparación (véase Schegloff, Jefferson & Sacks, 1977) en la línea 02 y la secuencia se completa de la línea 04 a la 06. Después de esto, G despliega un oye seguido de una declaración que R confirma. De manera similar al ejemplo anterior, oye inicia una propuesta de cambio de tema. Es importante notar que no hay un cierre de tópico paso a paso (véase Pomerantz, 1984; Drew & Holt, 1998); en este caso, con oye el conversador señala de manera repentina que el curso de la conversación va a cambiar a otro asunto.

En general, las dos secciones anteriores de este artículo muestran que oye marca un cambio en la conversación: oye introduce el motivo de la llamada telefónica o bien inicia un cambio de tema. En otras palabras, oye indica un cambio de actividad en la conversación, esto es, oye se usa para indicarle al co-participante que habrá un cambio de dirección.

En la siguiente sección se explora en detalle la propiedad de llamada de atención que tiene oye en secuencias de evaluación.

 

 

Oye + evaluación

 

Los ejemplos que se muestran a continuación tienen en común que oye es seguido de una observación que el hablante hace sobre algo, dicha observación se formula en forma de evaluación. El primer ejemplo, número (21), muestra a V con su familia desayunando en la mesa.

 

(21)

[3] Oye V6 P1 0129

[V ha estado hojeando un catálogo de una tienda departamental.]

01

V:

=>

Oye qué barato:

02

(1)

03

G:

Qué

04

C:

Qué mi amor

05

V:

Debe ser de una marca muy chafa (1) una tele de pantalla

06

plana de veinte pulgadas =cuánto creen?

07

(2)

08

G:

M: once mil

09

(1)

10

V:

Tú mamá?

11

C:

Seis mil…

 

La formulación oye + evaluación inicia la interacción en la línea 01. V no muestra ningún indicador de que su observación tenga un recipiente en particular. Los demás hablantes se orientan a esto al dar una respuesta en las líneas 03 y 04. Las respuestas de los demás hablantes indican que la evaluación hecha por V requiere de algún tipo de explicación. El hecho de que el turno sea iniciado por oye muestra que a V le sorprende lo barato de la televisión. En la línea 05 V da la explicación del porqué le causa sorpresa. En el siguiente ejemplo ocurre un fenómeno similar:

 

(22)

[47] Oye V16 P3 3108

[Los hablantes se encuentran en la mesa del comedor. R acaba de llegar a la casa de G.]

01

G:

[Oye vienes como quemado

02

[((G acompaña su evaluación con un movimiento rápido: pasa su mano en frente de su cara))

03

( . )

04

R:

Sí?

05

G:

((Asiente afirmativamente))

06

R:

Por el sol yo creo

 

En las líneas 01 y 02, G muestra que le sorprende la cara quemada de R. De manera similar al ejemplo anterior, oye indica sorpresa acerca de algo fuera de lo habitual o de lo común para el hablante. La observación y evaluación de G provoca una explicación de parte de R sobre el estado de su cara.

El tercer ejemplo de este tipo muestra un fragmento de la apertura de regalos en Navidad.

 

(23)

[22] Oye V16 P3 3108

[A acaba de abrir un regalo de parte de Nadine (una amiga de V) quien no se encuentra ahí. El regalo es un paraguas con el logotipo del pueblo de Oberstdorf. Antes de este fragmento, C ya había abierto otro regalo de Nadine que era una bolsa también con el logotipo de Oberstdorf. Debido a esto V en la línea 05 dice “los ajuareó de Oberstdorf”.]

01

V:

Está super padre tu paraguas, a ver déjame verlo

02

no lo he visto

03

C:

Está muy bonito eh

04

A:

[((le pasa el paraguas a V))

05

V:

[Los ajuareó de Oberstdorf Nadine

06

A:

Ehi

07

V:

=>

((revisa el paraguas)) .hh oye qué bonito::

08

(4)

09

A:

Está gruesa.

10

(.5) ((V continua examinando el paraguas))

11

V:

No y el mango y todo está así muy pipiris

 

V y C evalúan el paraguas en las líneas 01 y 03, respectivamente. Una vez que V ha examinado detenidamente el paraguas, produce otra evaluación que es antecedida por oye, línea 07: oye qué bonito. A pesar de que C ya había mencionado lo bonito del paraguas en la línea 03, la segunda evaluación de V no muestra reconocimiento de ello. De hecho, la segunda evaluación de V suena como algo inesperado; es decir, la formulación de su evaluación muestra sorpresa por parte de V. V en la línea 11 da argumentos que justifican su segunda evaluación.

Considero que la fórmula oye + evaluación realiza dos acciones en particular. 1) Por un lado, oye focaliza un asunto en específico, indicando sorpresa o que dicho asunto está fuera de lo normal. 2) Por otro lado, la evaluación es tratada como algo a lo que se le debe de dar una explicación.

Para concluir con el análisis de oye en la interacción, presento observaciones realizadas acerca del uso de oye posicionado al final del turno.

 

 

Oye al final del turno

 

En las conversaciones analizadas para este estudio se identificó que oye aparece al final del turno en secuencias donde el hablante expresa un reclamo o manifiesta una inconformidad. Una característica de este oye es que se produce con entonación descendente.

Veamos el siguiente extracto de una llamada telefónica en la cual aparecen los amigos C y A. Cabe mencionar que se trata del inicio de la llamada telefónica.

 

(24)

TC9 AVC

01

A:

Bueno

02

C:

Sí hola Buenos días.

03

A:

Hola:

04

C:

=>

Qué milagro que te dejas oír oye

05

(.5)

06

A:

Mande?

07

C:

Qué milagro QUE TE DEJAS ESCUCHAR

08

A:

heheheh hehe.hh

[No pus es que- hh.

09

C:

[sordo:

10

A:

..hh es que me fui a:este a Inglaterra

11

a traer a Vero

 

Después de llevarse a cabo las secuencias rituales al inicio de la llamada (líneas 01-03), C, en la línea 04, emite una expresión coloquial (i.e., Qué milagro...) que expresa sorpresa y que a la vez implica un grado de reclamo al indicar que ya tiene tiempo que no habla con A debido a que A no se ha ‘dejado oír’ o ‘escuchar’. Cabe mencionar que la expresión original es Qué milagro que te dejas ver, C hace una adaptación de la frase de acuerdo al medio por el cual está interactuando con A. La unidad final de su turno es oye. Considero que este oye al final del turno enfatiza la queja o reclamación que expresa C dirigiendo la atención de A hacia dicho asunto, quien después, como podemos observar en la línea 10, ofrece una explicación.

En las secuencias donde encontramos oye al final del turno se identifican tres acciones consecutivas: a) Primero hay algo que se identifica, es decir, un elemento que el hablante ha notado; b) en seguida se hace un reclamo o se manifiesta inconformidad a dicho elemento, y después c) se produce una explicación o solución referente al reclamo.

Veamos el siguiente ejemplo. Este muestra a una familia al término de la cena. El extracto comienza cuando M llega a la mesa con un tazón de ensalada de betabel.

 

(25)

[17] Oye TF V8 P1 2452

01

M:

Toñita ((señala el plato de ensalada))

02

T:

Quién te dio::?

03

M:

(h)Tu tía Eva(h)

04

T:

=>

.hhh Ay me hubieras dicho antes de co- cenar oye

05

M:

y tú si debes de comer porque tiene betabel

06

T:

ahora mañana ya no me cabe

 

M le ofrece ensalada a T en la línea 01. En el turno siguiente no hay aceptación o rechazo de la oferta sino el inicio de una secuencia de inserción (Schegloff, 2007), la cual es completada por M en la línea 03. En la línea 04, T emite la respuesta a la oferta, la cual es de rechazo: Ay me hubieras dicho antes de cenar oye. Este turno está formulado como un reclamo hacia M (i.e., M no le dijo a T acerca de la ensalada antes de cenar). De manera similar a lo que ocurre en el extracto (24), T acompaña su reclamo con oye al final del turno, enfatizando su descontento y reclamo. En las líneas posteriores hay una insistencia de parte de M, en la línea 05, y una solución que ofrece T, en la línea 06.

En el ejemplo (26), M nota que una de sus figuras está dañada. Su primera evaluación, la cual está truncada, indica que la figura está solo despostillada. Posteriormente, M reformula su anuncio y esta vez indica que la figura se encuentra rota. De manera similar a lo que hace C en el extracto (24) y T en el extracto (25), M enfatiza su descontento con oye.

 

(26)

[6] Oye TF V6 2826

[María ha estado limpiando su colección de figuras de porcelana]

01

M:

((limpia un conejo de porcelana con un trapo))

02

M:

Ay::: ya se despostilló la oreja de mi-((revisa la figura))

03

=>

hh. YA SE ROMPIÓ la oreja a mi conejo:: oye::

04

V:

Mamá si se le rompió desde hace mil años::

05

M:

de tantos golpes que se ha dado pobrecito

 

En general estos ejemplos muestran que el turno que contiene oye al final es un anunciamiento en respuesta a algo que el hablante ha notado en un momento anterior. Considero que oye al final del turno focaliza un elemento previo y así inicia una secuencia de descontento o reclamo. De manera similar al oye al inicio del turno, oye al final del turno también inicia una nueva acción en la conversación (e.g., un reclamo). No obstante, al estar en posición final y no inicial, oye no inicia una acción independiente (e.g., cambio de tema) sino que la acción que se inicia está directamente relacionada con el elemento anterior (i.e., lo que el hablante nota o identifica). Considero que el posicionamiento de oye al final del turno en estas circunstancias contribuye al logro de dichas acciones y a la coherencia de las mismas. En otras palabras, si en estos casos oye estuviera en posición inicial considero que cortaría la conexión con el turno anterior y sonaría como el inicio de algo no relacionado o el inicio de alguna actividad nueva. Para explorar esta hipótesis veamos el siguiente ejemplo, el cual es el inicio de una conversación telefónica entre V y R:

 

(27)

[69] Oye TF TC64

01

V:

Buenos días

02

(1)

03

R:

Bueno

04

V:

Sí?

05

( . )

06

R:

Buenos días

07

V:

Buenos días

08

R:

E:: disculpe:: la señora Carmelita

09

V:

No se encuentra quién la busca

10

R:

Ramiro

11

V:

.hhh No, no se encuentra, gusta dejarle algún recado?

12

R:

Híjole es que este:: m:: -(2)

13

=>

Cómo a qué hora llegará oiga?

14

V:

E::

[yo-

15

R:

[le puedo hablar más tarde si es que anda por aquí

16

V:

Sí sí sí sí, este:: yo creo que la puede

17

encontrar a eso de las doce y media

18

R:

Doce y media

 

En la línea 11, V reafirma que la señora Carmelita no se encuentra, además de eso V despliega una pregunta que hace pertinente un o un no. Sin embargo, R no atiende a esta pregunta sino que responde al hecho anunciado por V, su respuesta está compuesta por una exclamación (Híjole) seguida de una explicación que no completa (es que este...). Después de los marcadores de titubeo este y mmm y de un silencio de dos segundos, R hace una pregunta que finaliza con oiga. La interacción muestra una falta de continuidad, es decir, hay elementos (e.g., pausas, titubeos) que indican que algo no está bien, i.e., que algo es problemático. Aunado a esto, puede considerarse como una falta social el hecho de que el recipiente de una pregunta no se apegue a la propiedad de pertinencia, la cual indica que después de una pregunta se espera una respuesta. Es decir, ignorar una pregunta puede tener implicaciones sociales negativas. Es por esto que en este caso el posicionamiento de oiga al final del turno sirve para minimizar el impacto que tiene la ausencia de respuesta a la pregunta de V (i.e., ...gusta dejarle algún recado?). Al colocar oiga al final de la pregunta (i.e., Cómo a qué hora llegará, oiga?), R borra de manera sutil la secuencia anterior que se estaba llevando a cabo (i.e., la iniciada con la pregunta sobre el recado). R abandona la acción anterior e inicia una actividad nueva, i.e., R reajusta la interacción a su propia agenda (i.e., saber a qué hora llega Carmelita para poderle llamar de nuevo). Considero que si oiga ocurriera en la posición inicial descartaría las secuencia de manera más radical. Es decir, habría dejado una necesidad mayor a una explicación del porqué la pregunta de V no tuvo respuesta.

 

 

Conclusiones

 

Al estudiar la partícula oye utilizando el ac he tratado de explorar con detalle el rol que juega esta partícula en la interacción. Me he enfocado en las contingencias secuenciales de oye en la conversación cotidiana y en el tipo de acciones que se desencadenan con su producción. En general mis observaciones concuerdan con investigaciones anteriores (i.e., Pons Bodería, 1998; Martín Zorraquino & Portolés, 1999; Santos Río, 2003), principalmente con respecto a que oye es un llamador de atención. Sin embargo, mi análisis muestra con detalle la sistematicidad de oye en la interacción social. Al ilustrar las características sistemáticas que tiene oye en la interacción social, he mostrado cómo oye puede iniciar una pre-secuencia, similar a la secuencia llamamiento-respuesta. En esta pre-secuencia oye tiene dos propiedades: la propiedad de continuidad, es decir, oye indica que habrá más conversación por venir, y la propiedad de pertinencia, es decir, oye crea el momento pertinente para la producción de una respuesta por parte del co-participante. Con respecto a esta última propiedad he mostrado que hay ocasiones en que el hablante que produce oye no espera a que se produzca una respuesta para continuar con el cambio de actividad.

Con el análisis del inicio de llamadas telefónicas he mostrado que oye se utiliza para marcar un cambio que va de los rituales propios del inicio de llamadas telefónicas al motivo de la llamada, es decir, oye se utiliza para introducir el motivo o razón de la llamada. De manera similar, oye se utiliza para introducir un nuevo tema en la conversación. El análisis muestra que oye llama la atención del co-participante y lo alerta de que habrá un cambio de actividad en la interacción.

Una gran mayoría de los casos de oye encontrados en los datos están seguidos por una pregunta, esto concuerda con el hecho de que las preguntas son elementos interaccionales adecuados para el manejo de la conversación, ya que con ellas el hablante puede distribuir los turnos y puede introducir un nuevo tema o actividad a la interacción.

También se encontró que oye en ocasiones es seguido por una evaluación. En este contexto argumento que oye dirige la atención a un asunto en particular, indicando sorpresa o indicando que algo no es normal. La evaluación es tratada por el recipiente como algo a lo que se le tiene que dar explicación.

Cuando oye ocurre al final del turno está acompañado por un reclamo provocado por algo que el hablante acaba de notar. En este caso argumento que oye se utiliza para llevar la atención hacia un elemento anterior e iniciar un reclamo sobre este. Considero que la posición de oye al final del turno permite que el reclamo mantenga el enlace secuencial con el habla anterior, de otra manera (i.e., oye al inicio del turno) oye sería un elemento que propondría el inicio de una actividad nueva no relacionada.

La Tabla 1 presenta la relación entre la posición de oye en la conversación, la composición del turno donde aparece y la acción que realiza.

 

 

Tabla 1. Oye en la conversación: posición, composición del turno y acción

Posición

En la conversación En el turno

Composición del turno

Acción

Al inicio Inicial

En el transcurso Inicial

de la conversación

Al inicio y en el transcurso Inicial

de la conversación

Al inicio y en el transcurso Final

de la conversación

oye independiente

oye + nombre

oye independiente

oye + pregunta

oye + nombre + pregunta

oye + motivo de la llamada

oye + evaluación

Elemento o focalización + oye

Inicia una secuencia de llamamiento

Inicia un cambio de rumbo/actividad en la interacción, por ejemplo:

– Introduce un cambio de tema

– Introduce el motivo de la llamada telefónica

Focaliza un elemento y hace pertinente una explicación

Enfatiza descontento, iniciando una secuencia de descontento o reclamo

 

 

Schegloff (1987) menciona que los inicios de los turnos de habla son lugares que proyectan la estructura que va a tener el turno y el tipo de turno que será producido. A esto le podemos agregar que los inicios de los turnos del habla proyectan la acción que el hablante llevará a cabo. Schegloff también nota que en los inicios de los turnos de habla es donde se localizan los llamados marcadores secuenciales, los cuales define como “little objects that do a piece of sequential work”2 (1987: 72) y de igual manera podemos agregar que estos marcadores pueden realizar una determinada acción en la conversación. Por ejemplo, pues en el inicio de la respuesta a una evaluación o a una pregunta marca como obvia la evaluación o pregunta (Vázquez Carranza, 2013); otro ejemplo sería o sea, que puede iniciar una solicitud de aclaración y expresar entendimiento del turno anterior (Vázquez Carranza, 2012). Con el análisis que aquí presento, argumento que oye es también un marcador secuencial y de acción. Oye de manera secuencial llama la atención del co-participante hacia un cambio de actividad o hacia un elemento interaccional. En general se podría decir que la tarea de oye en la interacción es de orquestador: oye, focaliza e introduce elementos que inician acciones y/o cambios de rumbo en la conversación.

Con este análisis he demostrado que la producción de oye es sistemática. Investigaciones posteriores sobre oye podrían explorar otros contextos secuenciales en donde esta partícula ocurre, como por ejemplo en el reparo o en el estilo indirecto. Considero que al usar la metodología del ac para el estudio de los comúnmente llamados marcadores del discurso, se podrían identificar aspectos de su uso relevantes en la interacción social de los hablantes y de esta manera contribuir a tener un mejor entendimiento de estas partículas, que a pesar de ser tan comunes en el habla de la personas, muchas veces son vistas como simples elementos de ‘relleno’, cuando en realidad su estudio nos puede decir mucho sobre nuestro español y nuestra interacción social.

 

 

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Wittgenstein, L. (1958). Philosophical investigations (trad. de G. E. M. Anscombe). Oxford: Blackwell.

 

 

Anexo

 

Convenciones de transcripción

 

=> Indica la parte en particular de la que se habla en el texto.

(1) El número en paréntesis indica la duración de una pausa en segundos.

(.2) El número indica la duración de una pausa en décimas de segundo.

(.) El punto indica un micro pausa.

[ El corchete indica el punto en el que inicia el traslape.

= Las líneas conectadas con signos de igual indican que la segunda línea sigue la primera sin algún silencio que se pueda identificar entre las dos, o que ocurren totalmente ‘pegadas’ una con la otra.

↑↓ Indica el subir o bajar de la entonación, respectivamente.

: Indica que el sonido anterior está prolongado, entre más puntos haya más prolongado fue el sonido producido.

“palabra” las unidades de habla entre comillas son producidas con una entonación que indica que el hablante está citando lo que dijo alguien más.

.hh Indica inhalación.

hh. Indica exhalación.

hh Indica risa. Entre más ‘haches’ haya, más prolongada es la risa.

(h)palabra(h) Palabras entre ‘haches’ indican que la risa está infiltrada en el habla.

Pal- Indica que la palabra o enunciación está cortada.

PALABRA Letras versales indican un incremento de volumen.

(cálculo) Palabras entre paréntesis indican un cálculo aproximado a lo que el hablante dice.

( ) Paréntesis vacíos indican que algo se dijo pero no se alcanza a entender o escuchar.

((palabra)) Palabras en paréntesis dobles contienen descripciones de eventos.

°palabra° Palabras entre signos de grados indican que el habla es suave o muy queda.

palabra? Signo de interrogación indica entonación de pregunta.

... Indican que hay conversación omitida en la transcripción.

 

notas

 

1 Este artículo forma parte de una investigación sobre marcadores secuenciales del español. Agradezco a la Dra. Rebecca Clift sus minuciosas observaciones realizadas a este análisis que fueron de gran ayuda. De igual manera agradezco a los profesores Charles Antaki y Peter Patrick por los comentarios realizados a gran parte del análisis. Desde luego agradezco a los dos dictaminadores de la revista Estudios de Lingüística Aplicada por sus puntuales sugerencias y a la Dra. Verónica del Carmen Villafaña Rojas por revisar mi redacción.

2 “Pequeños objetos que hacen algo de trabajo secuencial.” [Trad. del autor.]

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